Los colores de Isa, educar para la vida desde el juego

Por Lisandra Fariñas ([email protected])

NOTICIAS SEMLAC
18 de Diciembre de 2023
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Los colores de Isa, educar para la vida desde el juego. Foto: Ilustrativa/ SEMLAC Cuba.
Los colores de Isa, educar para la vida desde el juego. Foto: Ilustrativa/ SEMLAC Cuba.

La Habana, diciembre (SEMlac). -Trabajar para la infancia, educar a niñas y niños mediante el juego y brindarles herramientas útiles para la vida son motivos que inspiran a Zailin Pérez Zaldívar y su proyecto "Los colores de Isa".

La propuesta que empezó a gestar como "tormenta de ideas" junto a su familia, en enero de este año, ya era realidad en julio, comentó a SEMlac esta mujer nacida en Holguín, a 730 kilómetros de La Habana donde ahora vive.

"La maternidad me obligó a explorar el mundo de la educación mediante el juego y los nuevos estilos de crianza, en un afán constante de conocimientos actualizados sobre las infancias, la crianza respetuosa y sus metodologías. Esas ideas fueron tomando forma de a poco, gracias al trabajo en equipo realizado entre la familia y amigos muy cercanos", recordó sobre los inicios.

En un primer momento deseó nombrar su emprendimiento "A Jugar", en sintonía con el propósito de educar desde el juego y brindarles, a pequeños y no tan pequeños, conocimientos y habilidades que les sirvieran en su vida diaria. Sin embargo, cuando inició el proceso para el registro de la marca, se vio en la necesidad de modificar el nombre.

"Queríamos algo que no perdiera la esencia y, a su vez, se vinculara directamente con la familia, pues ha sido siempre la fuente de inspiración. Isa es un nombre que no podía faltar, es el de mi hija y también el de las mujeres que junto a mí empezaron a soñar: mi prima hermana y mi tía", explicó.

Luego llegaron los colores, en referencia "a lo diverso, alegre, novedoso y distinto, a la esperanza", también en consonancia con el logo diseñado, un arcoíris con niños jugando sobre él.
 

Disfrute, bienestar y aprendizajes
Pérez Zaldívar describe "Los colores de Isa" como un espacio dedicado al bienestar y disfrute de infantes, adolescentes y adultos. Es mucho más que un spa donde se realizan ejercicios de relajación, masajes, donde se hace la manicure o se aplica maquillaje. Es un lugar de aprendizajes.

Allí se habla y enseña sobre cuidado, autocuidado, derechos, violencia, empoderamiento, reciclaje y otros temas que, para algunas personas, pudieran parecer alejados de las primeras edades. También se disfrutan juegos, y se comparten canciones, bailes, cuentos y mucha alegría.

"Henrik Ibsen dijo: 'La belleza es el acuerdo entre el contenido y la forma', y en esta frase encontramos inspiración, motivo y justificación", precisó esta emprendedora, quien es graduada de Licenciatura en Historia.

"Comenzar con niños y niñas fue el propósito desde el inicio. Nos impulsaba el deseo de trabajar con ellos, utilizar los medios y las herramientas a mano para transmitir e inculcar conocimientos que, lamentablemente, han sido suplantados por lo banal, lo básico, lo vacío...o lo que sencillamente está de moda", agregó.

En tal sentido, señaló que su proyecto trata de romper esquemas y formas tradicionales de enseñanza, para lograr introducir nuevos conocimientos o no tan nuevos, pero sí invisibilizados históricamente.

"La importancia de las emociones, la autoestima, la virtud, el respeto hacia sí mismos y hacia los demás, a lo diverso, la inclusión, la equidad, el medio ambiente, los hábitos saludables, la autoprotección y lo afectivo son temas que garantizarán tanto su bienestar como el de la sociedad futura", enfatizó Pérez Zaldívar.

A sus poco más de 30 años, estas inquietudes son parte también de sus preocupaciones como madre, con respecto a la sociedad donde vivirá su hija. De ahí que decidiera, desde su pequeño espacio, influir positivamente en su entorno.

Mujeres y emprendimientos
"Los colores de Isa" es un emprendimiento impulsado por cuatro mujeres. "No fue a propósito, sino que sucedió sobre la marcha", relata Pérez Zaldívar. Sin embargo, detrás de cada resultado no solo están las personas vinculadas directamente, sino amistades cercanas y clientes "que ya son parte de la familia", afirmó.

Fueron esas recomendaciones y consejos las que llevaron a Pérez Zaldívar al proyecto de desarrollo local PDL 99++, "una experiencia que contribuye a encaminar a otros proyectos". Allí, cuando solo tenía la idea de lo que quería hacer, encontró la vía para transformar los sueños una realidad.

Esta y otras alianzas han sido importantes en el camino recorrido, por eso pertenece a la Red de Mujeres Emprendedoras en Cuba y ha trabajado con otros negocios liderados por mujeres.

"Las cubanas hemos irrumpido estos últimos años con mucha fuerza en el mundo del emprendimiento, dando fe de gran capacidad para llevar adelante cualquier proyecto", afirmó.

Esto no significa, sin embargo, que la sociedad haya sobrepasado los estereotipos y brechas que muchas veces limitan el desarrollo de la mujer en este ámbito, dijo.
"Vivimos en una sociedad marcada fuertemente por históricos tabúes y patrones patriarcales que persisten, pese a los avances. Las brechas en cuestiones de género existen y se impone hacerles frente.

"El reto no es solo emprender o posicionarnos en un medio donde años atrás estábamos invisibilizadas: es desmontar ideas preconcebidas que durante mucho tiempo nos ubicaron solo en las tareas domésticas y el cuidado de los hijos; es romper estereotipos de crianza, de responsabilidades compartidas", afirmó la joven.

Pérez Zaldívar no cree en emprendimientos más viables que otros para las mujeres, solo por esa condición.

Las aptitudes y actitudes detrás de las personas son las que obviamente marcan los resultados de su trabajo, apuntó y añadió que, sin distinción de género, el éxito está en la dedicación, la responsabilidad, el estudio, el amor y el ímpetu con que se asuman los negocios.

"Tengo historias de vida muy cercanas de referente. Mujeres que han levantado sólidos proyectos en sectores como la construcción y hombres con excelentes espacios de belleza. Pongo estos ejemplos porque son dos sectores donde los estereotipos siempre se impusieron, lamentablemente".

Para ella, lo más difícil ha sido dejar atrás su zona de confort. Como graduada de Historia, investigadora y luego trabajadora del departamento de Investigación y docencia del Centro Nacional de Educación Sexual, donde aprendió muchísimo, lanzarse al cambio implicó un gran temor.

"Fue abandonar la vida profesional que siempre me acompañó, despedirme de papeles, oficina y proyectos científicos para irrumpir en un medio totalmente nuevo para mí", rememoró.

No obstante, pronto entendió que los conocimientos y las experiencias adquiridos antes la ayudarían, en un proceso de aprendizajes que aún continúa.
"La necesidad de estudiar sigue conmigo, solo que enfocada ahora en otros temas que me apasionan", asegura. "Eso me permitió superar el miedo y emprender este camino", concluyó.

 

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