En un comunicado, el Ministerio de Comercio explicó que la suspensión de adquisición de productos agrícolas estadounidenses por parte de compañías chinas esa por una "violación grave" de los acuerdos entre los presidentes de China, Xi Jinping, y Donald Trump de Estados Unidos en su reunión de Osaka.
“Se entiende que Estados Unidos ha anunciado que tiene la intención de imponer un arancel del 10.0 por ciento a las exportaciones chinas por 300 mil millones. Esto es una violación grave de la reunión entre los jefes de estado de China y Estados Unidos”, indicó la dependencia
A fines de junio pasado, al margen de la Cumbre del Grupo de los Veinte (G-20) en la ciudad japonesa de Osaka, los presidentes de Estados Unidos y China anunciaron que acordaron reanudar las negociaciones económicas y comerciales, y que Estados Unidos no impondría nuevos aranceles a los productos chinos.
De hecho, esto fue confirmado por el propio presidente Trump en una conferencia de prensa tras el encuentro, en la que subrayó que su reunión con su homólogo chino fue "mucho mejor de lo esperado… Estamos frenando los aranceles”.
El ministerio chino de Comercio destacó que China dijo que no descartará la posibilidad de imponer de manera temporal aranceles adicionales a los productos agrícolas importados de Estados Unidos comprados después del 3 de agosto, según un reporte de la agencia estatal de noticias Xinhua.
"Se espera que Estados Unidos implemente concienzudamente el consenso alcanzado en la reunión entre los jefes de Estado de China y Estados Unidos, y tenga la confianza para implementar los compromisos para crear condiciones necesarias para la cooperación en los campos agrícolas entre los dos países", apuntó.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China se intensificó el 10 de mayo pasado, cuando Washington decidió aumentar de 10.0 a 25.0 por cientos los aranceles a una serie de mercancías chinas importadas, por un valor de 200 mil millones de dólares al año.
La decisión estadunidense llevó al gigante asiático a contestar con una medida similar, anunciando días después la introducción de gravámenes sobres las importaciones estadunidenses por valor de 60 mil millones de dólares, a partir del 1 de junio.
Pese a que la aplicación de los aranceles fue suspendida tras la reunión de Xi y Trump en Osaka, el fracaso de las negociaciones de altos nivel celebradas la semana pasada en Shanghai llevó a Trump anunciar el jueves pasado las nuevas tarifas arancelarias contra China, abriendo un nuevo capítulo a la guerra comercial.