"Perdimos a veteranos militares, entrenadores, inmigrantes, padres y madres, todos miembros de una vibrante comunidad fronteriza, una ciudad que refleja la promesa de Estados Unidos como una nación de inmigrantes", señaló en una declaración el representante Joaquín Castro, demócrata de Texas.
Por su parte el presidente del Comité Nacional del Partido Demócrata, Tom Pérez, recordó que "hace un año, nuestra nación vio el ataque más sangriento contra latinos en la historia de los EEUU"
"Veintitrés personas fueron asesinadas, 23 vidas que le robaron a nuestra comunidad por la misma intolerancia y odio que vemos fomentada desde la Casa Blanca casi todos los días contra los latinos", añadió Pérez.
"Esto no fue una coincidencia y ni siquiera fue el final de un fin de semana oscuro. Solo unas cuantas horas después, en Dayton, Ohio, 9 personas más fueron asesinadas a sangre fría. 26 personas sufrieron heridas de balas en 32 segundos", añadió.
El 4 de agosto, Connor Stephen Betts, de 24 años, mató a nueve personas e hirió otras 17 en Dayton. El sospechoso murió baleado por la policía.
El sospechoso en el ataque de El Paso, Patrick Crusius, de 21 años de edad, ha declarado que buscó disparar contra "mexicanos" y ha sido encausado por hasta 90 cargos federales y estatales. El 28 de abril los fiscales anunciaron que pedirán la pena de muerte después de la muerte de una víctima que pasó nueve meses en el hospital.
Horas antes, había publicado en internet un manifiesto en el que afirmaba que el ataque era una "respuesta a la invasión hispana de Texas" y manejó casi diez horas hasta El Paso para cometer la matanza.
"El tiroteo en El Paso fue un ataque contra la comunidad latina y un ataque contra toda nuestra familia estadounidense", sostuvo Castro. "Este aniversario nos recuerda que necesitamos desarmar el odio: las débiles leyes del país sobre armas permiten el extremismo violento".
"No debemos olvidar jamás a los muertos en El Paso", agregó el legislador.
Pérez afirmó que "sólo en EEUU dejamos que nuestra comunidades sean destrozadas por la violencia armada. Sólo en EEUU permitimos que nuestras calles, escuelas y tiendas se conviertan en un campo de batalla - una y otra y otra vez - teniendo el poder para detenerlo".
“Aquellas personas que perdimos el año pasado no fueron simples víctimas de la violencia a mano armada", indicó Pérez. "Fueron víctimas de la cobardía que han demostrado este presidente (Donald Trump) y los republicanos en el Congreso - que prefieren seguir ciegamente al NRA (Asociación Nacional del Rifle) sobre proteger la seguridad de los estadounidenses".
La Encuesta de Armas Pequeñas indica que los civiles en Estados Unidos poseen unos 393 millones de armas, o el 46 % del total mundial de civiles que tienen armas de fuego. Esto equivale a 120,5 armas por cada 100 habitantes del país.
De acuerdo con el Centro Pew, el 45 % de los estadounidenses posee un arma de fuego, y el 11 %, aunque no posee una de tales armas, vive con alguien que sí las tiene. El 59 % de los estadounidenses tiene amigos que poseen armas, y el 72 % las ha disparado alguna vez.
Líderes y organizaciones de El Paso han iniciado diversos actos y memoriales en honor a las 23 víctimas mortales de la matanza ocurrida en una tienda Walmart de esta ciudad fronteriza.
Marcado por la pandemia del coronavirus, que desde el fin de semana ha obligado a que muchos homenajes y vigilias se desarrollen de forma virtual, los actos no tendrán la solemnidad lo que los familiares de las víctimas hubieran deseado pero aun así se prevé algunos actos en esta localidad, entre ellas la iluminacióin de un camino con 23 farolas.
También se desvelará una placa para honrar a las 23 personas que fallecieron en la masacre en el Walmart de Cielo Vista, el 3 de agosto de 2019.