"No hay llamas abiertas. Hay una leve combustión lenta del suelo del bosque", dijo el servicio de emergencia estatal en un comunicado, al referirse a los incendios forestales que habían llegado a “menos de dos kilómetros” de donde se encuentran los depósitos radiactivos más peligrosos.
"No existe ninguna amenaza para la planta de energía nuclear, el almacenamiento de combustible residual u otras instalaciones críticas", dijo Volodymyr Demchuk, del Servicio de Emergencias del estado del país sobre los incidentes registrados desde el 4 de abril.
Anteriormente se había calificado como “situación crítica” por la expansión del fuego cerca de la planta, la cual fue escenario del peor accidente nuclear en abril de 1986, y extendió una nube de radiación sobre gran parte de Europa.
Los incendios suelen estallar a principios de la primavera cuando la gente prende fuego a la hierba seca, una práctica generalizada en algunas naciones ex soviéticas. Las autoridades dicen que han rastreado al menos a dos personas sospechosas de provocar incendios.