Bienestar y religiones afrocubanas, apoyos ante la adversidad

Por Lirians Gordillo Piña ([email protected])

NOTICIAS SEMLAC
16 de Octubre de 2023
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Bienestar y religiones afrocubanas, apoyos ante la adversidad. Foto: Ilustrativa/ SEMLAC Cuba.
Bienestar y religiones afrocubanas, apoyos ante la adversidad. Foto: Ilustrativa/ SEMLAC Cuba.

La Habana, octubre (SEMlac Cuba). -La búsqueda de bienestar, protección, prosperidad o la ayuda ante una enfermedad suelen ser puertas de entrada a la religión yoruba en Cuba.

"Muchas personas se acercan a las religiones de origen africano por problemáticas de salud; en ocasiones porque se encuentran en una situación de crisis y la medicina tradicional no ha podido resolver el tipo de dolencia que tienen. Entonces, a través de ciertos procesos dentro de las experiencias de fe de origen africano, su salud mejora", afirma el teólogo Luis Carlos Marrero.

Convocado por la sección de Identidad y Diversidad (Seres), de la Sociedad Cubana de Psicología, el también profesor del Instituto Superior Ecuménico de Ciencias de la Religión (Isecre) ofreció un conversatorio el pasado 13 de octubre, en el Centro nacional de promoción de salud y prevención de enfermedades.

Según el teólogo cubano, en las religiones de la diáspora africana el bienestar trasciende la buena salud e incluye armonía y equilibrio individual, con los orishas, el entorno y la naturaleza.

"Casi siempre ese bienestar, ese estado de armonía que tiene distintas formas de expresarse e interpretarse dentro de la experiencia de fe, va a estar condicionado por ciertas normas y la responsabilidad individual tiene un rol esencial en la estabilidad y la armonía", acotó Marrero, quien también fue iniciado en el Candomblé brasileño hace más de treinta años.

El vínculo con la naturaleza, el culto a las piedras y a las energías, el rol de las plantas medicinales, los animales y las tradiciones -a través de rezos y distintas prácticas-han sido elementos clave en el cuidado de la salud y el bienestar dentro de estas experiencias de fe; una tradición oral que pasa de una generación a otra.
 

Lucía de la Caridad García Ajete recordó la importancia de las familias, y en particular de las mujeres, en la trasmisión de estos conocimientos ancestrales.

"Mi abuela curaba con hierbas y yo siempre tengo tabaco con aguardiente para las fricciones", rememoró la docente e investigadora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).

Para Marrero, esas experiencias demuestran que estas son religiones de la cotidianidad, que ofrecen apoyos diversos frente a desafíos de la vida diaria.

Ante la pregunta ¿qué entendemos por bienestar? las personas asistentes compartieron sus criterios, marcados por un contexto social adverso y de crisis económica, pero que privilegia la satisfacción espiritual y emocional.
 

Silvia Martínez Calvo, doctora y especialista en temas de salud, insistió que el bienestar se refiere a estar bien y es, además, una construcción subjetiva mediada por las necesidades que cada persona considera básicas y prioritarias.

Al respecto, Norma Guillard, psicóloga y coordinadora de Seres, aportó que en muchos casos se privilegian experiencias espirituales que pueden suplir las carencias materiales cotidianas.

"A lo mejor no tengo ni café, ni arroz, ni bistec y aunque en el día puedo vivir situaciones de estrés, siento bienestar cuando sé que podré asistir a espacios como este, que me hacen sentir realizada y donde comparto temas de mi interés con personas a las que aprecio", dijo Guillard.

Para la doctora Rosaida Ochoa el bienestar implica convivir con los problemas, tener mecanismos de enfrentamiento y ser resilientes.

"Dudo que en estos momentos basemos el bienestar solo en la satisfacción de las necesidades básicas, creo que hay que abrirlo a nuestras relaciones en la familia, a poder contar con redes de apoyo y relaciones sociales satisfactorias; a disfrutar de nuestro trabajo, tener momentos de ocio, etcétera. Si cuento con todo esto, aunque mis necesidades materiales básicas no estén cubiertas, siento bienestar", reflexionó Ochoa.

A esa noción amplia de bienestar y su relación con todo lo que rodea al ser humano, también dan respuesta las religiones de origen africano.

"A veces hemos descolocado el rol y la importancia del conocimiento de la religión en la educación y el trabajo social. Estos cultos no son para tener arroz y frijoles, sino que se fundamentan en el bienestar espiritual, son una filosofía de vida para estar bien con uno y con los demás", puntualizó García Ajete.

La superación de estigmas y discriminaciones históricas, además de contar con una estética llamativa en sus distintos rituales, han provocado que hoy las religiones de origen africano, principalmente las yoruba, sean más reconocidas socialmente.

En los momentos de crisis también se experimenta un incremento de las prácticas religiosas. Luis Carlos Marrero propuso atender a su influencia en la vida cotidiana de las personas y en el rumbo de la nación.

"Necesitamos tener en cuenta el impacto de la religión pues ya no está relegada al espacio privado o de la comunidad religiosa exclusivamente; las religiones están en el escenario social y político", alertó el teólogo cubano.

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