El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, anunció un "cierre nacional total" de cada isla en el archipiélago atlántico durante al menos las próximas dos semanas tras el aumento en el número de casos, que comenzó después de que a principios de julio el Ejecutivo de Nassau decidiera abrir las fronteras para beneficiar a la industria turística.
Nassau, tras el cambio en la tendencia de casos, tuvo que dar marcha atrás y cortó los enlaces con Estados Unidos, aunque la situación no mejoró y tuvo que recurrirse a la medida que hoy entra en vigor.
Minnis dijo que, siguiendo el consejo de los expertos en salud, decretó un confinamiento de al menos dos semanas comenzando este martes y que al final de ese período se evaluará la situación y tomarán las medidas oportunas.
LLAMADO A LA COOPERACION CIUDADANA
Subrayó que la extensión, relajación o cese del encierro nacional estará determinado en parte por la cooperación de los ciudadanos.
Tras el anuncio de Minnis, la población se dirigió en masa a los supermercados y tiendas para aprovisionarse, lo que provocó largas filas de personas y vehículos esperando su turno para comprar alimentos, algo que ocurrió en las principales localidades de Bahamas.
Minnis, quien también es médico, dijo que cuanto más tiempo tomen "para controlar esta segunda ola, más tiempo llevará reanudar una sensación de normalidad".
"Todas nuestras acciones colectivamente marcan la diferencia durante esta pandemia. Todos tenemos una responsabilidad personal y social en la lucha contra COVID-19. Tanto el Gobierno como los ciudadanos deben desempeñar su papel para ayudar a proteger la salud de los demás. Cada isla en nuestro archipiélago debe hacer su parte", agregó.
Minnis dijo que el aumento en los casos del virus no es solo una situación que enfrentan las Bahamas, sino que muchos países en todo el mundo también experimentan esta segunda oleada del virus para el que como recordó no hay una vacuna conocida.
"Así como actuamos de manera agresiva y enérgica durante el brote inicial de la pandemia debemos actuar una vez más de manera rápida y enérgica para proteger la salud general y salvar vidas", dijo, tras agregar que en las últimas dos semanas los funcionarios de salud han visto un aumento en la cantidad de indicadores que apuntan a la necesidad de un "cierre" a nivel nacional.
"Ha habido un aumento exponencial en el número de casos, un aumento en la hospitalización, un aumento en las demandas de camas en unidades de cuidados intensivos y lamentablemente un aumento en el número de muertes", resaltó Minnis.
"Los funcionarios de salud aconsejan que un cierre permitirá la reubicación de las instalaciones de salud y la adición de recursos para acomodar la creciente necesidad de hospitalización y asistencia médica", dijo.
El Ministerio de Salud informó el lunes de 31 casos confirmados adicionales de COVID-19, con 22 en la isla de Gran Bahama y nueve en Nueva Providencia.
El incremento eleva el número total de casos a 679 desde el inicio de la pandemia, con 572 de ellos activos, a lo que hay que sumar 14 muertes.