“Cuatro suicidas de Boko Haram mataron a 19 personas en una serie de ataques en las inmediaciones de Maiduguri, capital del estado de Borno, la cuna de la insurgencia de Boko Haram en ocho años”, indicó Damian Chukwu, jefe de la Policía estatal.
Los atentados se registraron la víspera entre las 22:00 y 22:30 horas locales (21:00 y 21:30 GMT) en los distritos de Moloi, Judumeri y Sabongari Polo de Maiduguri y fueron perpetrado por suicidas, al menos dos de ellos mujeres.
En declaraciones a la prensa, Chukwu precisó que los ataques cobraron la vida de siete miembros de la Fuerza Civil de Tarea Conjunta (CJTF, por sus siglas en inglés) y 12 civiles, mientras que 23 personas más resultaron heridas.
Una de las atacantes suicidas detonó un explosivo atado a su cuerpo, cuando fue interceptada por un miembro de la CJTF, agregó el responsable de la Policía de Maiduguri.
El Comisario explicó que pocos minutos después, otro suicida atacó a un grupo de personas, que se habían reunido para solidarizarse con las familias de los muertos en los ataques anteriores.
"El atacante suicida detonó un artefacto explosivo improvisado y mató a los dolientes”, subrayó Chukwu, tras reiterar el compromiso de la Policía de garantizar la seguridad en Maiduguri, según reporte de la Agencia de Noticias de Nigeria (NAN).
Chukwu pidió a los residentes de Maiduguri a estar vigilantes y a proporcionar información útil a los organismos de seguridad ante cualquier sospechoso, para evitar ataques similares a los de anoche y a los de mayo pasado en la Universidad de Maiduguri, donde Boko Hara mató a una decena de personas.
El estado de Borno, junto con los vecinos Yobe y Adamawa, han sido los más afectados por la sangrienta campaña del grupo islamista Boko Haram, que se ha intensificado desde la llegada al poder del presidente Muhammudu Buhari, en mayo de 2015.
Boko Haram, que en lengua husa significa “la educación occidental es un pecado”, ha aterrorizado a la población del norte de Nigeria desde 2009, perpetrando ataques contra la policía, escuelas, iglesias y civiles, además de bombardear varios edificios del gobierno y secuestrar a civiles
Se calcula que más de 17 mil personas han muerto, la mayoría civiles, y más de 2.5 millones han abandonado sus hogares a consecuencia de la violenta lucha del grupo extremista para tratar de imponer un estado islamista en el norte de Nigeria e imponer la Sharia (ley islámica).