En un comunicado, los organismos indicaron que las partes enfrentadas en el conflicto continúan cometiendo graves violaciones y abusos del derecho internacional humanitario y de derechos humanos, lo que incluye la muerte indiscriminada de civiles y posibles crímenes de guerra.
Yemen padece la mayor crisis humanitaria del mundo, con al menos siete millones de personas al borde de la hambruna y cientos de miles sufriendo del cólera.
Mientras ni el gobierno yemení ni la coalición dirigida por Arabia Saudita que lo respalda han investigado de forma imparcial y transparente los presuntos abusos cometidos por sus fuerzas de seguridad.
“Lo que en un principio fue un constante redoble de apoyo a una investigación internacional de los abusos de Yemen se ha convertido en un crescendo generalizado”, afirmó el director del organismo Human Rights Watch (HRW) en Ginebra, John Fisher.
Fisher señaló que “los países miembros del Consejo de Derechos Humanos deberían cumplir su mandato, prestar atención a estos llamamientos y poner en marcha un organismo para comenzar a eliminar la impunidad que ha sido una faceta central de la guerra en Yemen”.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el director de OCHA, la principal agencia humanitaria de la ONU, y el Panel de Expertos sobre Yemen del Consejo de Seguridad también han pedido una investigación internacional sobre los abusos cometidos en Yemen.
Estos organismos se han unido al llamado de decenas de organizaciones yemeníes en zonas controladas tanto por las fuerzas Houthi-Saleh como por el gobierno yemení.
Desde marzo de 2015, la oficina de derechos humanos de la ONU ha verificado específicamente que al menos cinco mil 110 civiles han perdido la vida y ocho mil 719 han resultado heridos durante el conflicto, pero cree que “el número total probablemente sea mucho mayor”.
Desde marzo de 2015, la coalición dirigida por Arabia Saudita ha llevado a cabo decenas de ataques aéreos ilegales, algunos de los cuales podrían constituir crímenes de guerra.
Por su parte, las fuerzas Houthi-Saleh han disparado armas indiscriminadamente en áreas pobladas de ciudades como Taiz y Adén, lo cual también podría equivaler a crímenes de lesa humanidad.
Ambas partes han hostigado, detenido arbitrariamente y provocado la desaparición forzosa de activistas yemeníes y otras personas, mientras el número de “desaparecidos” no deja de crecer en todo Yemen.
Asimismo ambas partes han recurrido al uso de armas ampliamente prohibidas que pueden suponer un peligro para los civiles mucho después del fin del conflicto, y han impedido la distribución de ayuda humanitaria.
En 2015 y 2016 el Consejo de Derechos Humanos no emprendió ninguna investigación internacional de los abusos en Yemen y, en su lugar, apoyó procesos que en dos años no han logrado proporcionar las investigaciones imparciales, independientes y transparentes necesarias en Yemen, según los grupos.
“Los países miembros del Consejo se han doblegado dos veces a la presión de la coalición dirigida por Arabia Saudita y no han adoptado una posición de principio frente a reiterados crímenes de guerra y la peor crisis humanitaria del mundo”, expresó Fisher.
Fisher agregó que “este septiembre los gobiernos no deberían ceder a la presión política, sino responder de una manera que ayude mejor al pueblo yemení y asegure que el Consejo cumpla con su mandato promoviendo la rendición de cuentas, independientemente de las partes involucradas”.
Entre los grupos firmantes destacan además Amnistía Internacional, Avaaz, Control Arms, PEN International, Global Centre for the Responsibility to Protect, MADRE y Médicos por los Derechos Humanos, entre otros.