Alemania, el “sueño” de refugiados que huyen de conflictos

29 de Agosto de 2015
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Kos, Grecia, 29 Ago (Notimex).- Eric es optimista, en cinco días estará en Alemania y será acogido por el gobierno con abrigo, comida y formación profesional, afirma sin pestañear.

Por lo menos es lo que le han asegurado los traficantes turcos que le vendieron, en el balneario de Bodrum, una plaza en un bote neumático con destino a la isla griega de Kos, separada por 20 kilómetros de mar.

El congoleño, de 42 años y sonrisa fácil, no conoce a nadie en Alemania, pero no ve razón para dudar.

“Sabemos que es un gran país. Tiene una economía fuerte, entonces no puede abandonarnos. Tengo confianza”, dijo a Notimex en vísperas de tomar el ferry para Atenas, primera etapa del viaje por tierra hasta el norte de la Unión Europea, en la ruta de los Balcanes.

En las calles de Kos, aspirantes al asilo de diferentes nacionalidades repiten la misma certitud, aprendida siempre de los traficantes turcos o de otros candidatos al asilo a lo largo de la ruta.

“No tenía preferencia. Lo que quiero es sacar a mi familia de Afganistán. Pero en Turquía nos han aconsejado seguir hasta Alemania. Mucha gente está yendo para allá. Hay más posibilidades”, contó a Notimex un padre de familia originario de la región afgana de Kandahar, donde la amenaza del grupo terrorista Estado Islámico ha venido a añadirse a la violencia de los talibanes.

“Nos han dicho que Alemania es el mejor país”, resumió, por su parte, un médico sirio que viaja con su esposa y cinco hijos de entre un mes y diez años, además de un sobrino de 23 años que espera poder concluir en el país europeo sus estudios de ingeniería.

El gobierno alemán está consciente de la popularidad del país entre los refugialdos.

Ante la actual oleada que avanza por los Balcanes en su dirección, Berlín ha revisado al alza la estimativa de demandantes de asilo que recibirá este año, cifrada ahora en 800 mil, y está alistando plazas de acogida suplementarias.

La canciller federal alemana Angela Merkel, partidaria de un reparto más equitativo del peso migratorio entre los 28 países europeos, anunció hace una semana que Alemania ya no devolverá los refugiados sirios ingresados en su territorio al país por donde entraron en la Unión Europea.

La decisión, que suspende en la práctica una regla del espacio Schengen de libre circulación, es otro de los motivos indicados por aquellos que eligieron al país como destino final.

“En Hungría (etapa obligatoria en la ruta terrestre clandestina por los Balcanes) la policía nos ficha y toma las huellas dactilares. Alemania es el único país que no nos pondrá pegas por eso”, señala un joven sirio.

Contrastanto con la actitud de Berlín, el gobierno húngaro envió militares a su frontera con Serbia, por donde ingresan los refugiados, y tiene previsto aprobar, la próxima semana, la criminalización del cruce ilegal de ese paso, así como la “vandalización” de la nueva valla que se ha erigido ahí.

Desde el inicio del año, más de cien mil candidatos al asilo ingresaron en Hungría, más del doble que en 2014, y la mayoría de ellos rechazan ser fichados porque no quieren permanecer en el país.

La principal oleada tuvo inicio hace una semana, cuando unos ocho mil refugiados empezaron a pasar de Macedonia a Serbia, con destino al país europeo, en el camino hacia el sueño “dorado” alemán.

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