Llegan a Roma cadáveres de técnicos italianos asesinados en Libia

10 de Marzo de 2016
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Roma, 10 Mar (Notimex).- Los cadáveres de los dos técnicos italianos asesinados en Libia arribaron esta madrugada a Roma, mientras sus familiares acusaron al gobierno de haberlos abandonado a su suerte en manos de presuntos fundamentalistas islámicos que los habían secuestrado en julio pasado.

Los cuerpos de Salvatore Failla y Fausto Piano llegaron en un avión de la aeronaútica militar, que aterrizó en el aeropuerto de Ciampino, cercano a Roma.

Los dos hombres y sus colegas Filippo Calcagno y Gino Pollicardo fueron secuestrados en julio pasado en Libia, a donde habían llegado por cuenta de la empresa constructora Bonatti.

Calcagno y Pollicardo lograron escapar, mientras Failla y Piano murieron aparentemente en un tiroteo, aunque la familia de Failla denunció que recibieron un disparo en la nuca.

En una rueda de prensa convocada anoche, la viudad del técnico, Rosalba Failla acusó al Estado italiano de no haber protegido a su marido.

La mujer hizo escuchar a los periodistas la grabación de una llamada telefónica que su marido le hizo en octubre pasado, en la que aseguraba que estaba aislado, mal de salud y en la que le pedía movilizar a las autoridades y a los medios para lograr su liberación.

Sin embargo, dijo que funcionarios de la cancillería italiana le impidieron esta acción y le solicitaron no responder a ninguna otra llamada, pues eran manipuladas por los secuestradores.

Aseguró que su marido fue asesinado con un tiro en la nuca por presuntos miembros del autodenominado Estado Islámico, aunque el gobierno ha dicho que murió en un tiroteo entre bandas rivales.

La familia de Failla había pedido que la autopsia al cadáver fuera realizada en Italia y no en Libia, pero ello tampoco fue respetado. “Lo han matado dos veces”, denunció la viuda.

Portavoces de la cancillería aseguraron al respecto que fueron las autoridades de Trípoli las que no respetaron ese pedido, aparentemente con el objetivo de chantajear para obtener el reconocimiento de un país que, como el resto de la comunidad internacional, reconoce solamente al Parlamento de Tobruk y no al de la que era la capital oficial.

La víspera, el canciller Paolo Gentiloni declaró ante el Parlamento que no fue pagado ningún rescate por los dos rehenes vivos en Libia, que llegaron este fin de semana a Italia.

También aseguró que la nación europea no se dejará arrastrar en una “aventura militar” en el país nordafricano, donde según versiones de prensa estaría por iniciar una intervención occidental para detener el avance del Estado Islámico.

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