Rosie O'Donnell se compromete con su joven novia

La humorista y actriz Rosie O'Donnell (56), quien en los últimos años se ha destacado más bien como colaboradora de magazines televisivos y por haber protagonizado un sinfín de mediáticas disputas con su hija Chelsea, ha aprovechado su última entrevista a People para anunciar públicamente su compromiso matrimonial con la joven Elizabeth Rooney, una agente de policía de 33 años con la que lleva casi un año de relación y que se convertirá en su esposa en algún momento del "futuro lejano".

"Estamos hablando de un futuro lejano, no tenemos prisa y las dos hemos decidido que era lo mejor", ha explicado la intérprete a la mencionada revista para bromear acto seguido con la diferencia de edad que les separa. "Un montón de gente me ha dicho: 'Oh dios mío, pero qué guapa está tu hija Chelsea'. Y cuando me encuentro a algunos seguidores en el aeropuerto, a veces me piden: '¿Puedo sacarme una foto contigo y con tu hija?'. La verdad es que a ella no le importa, a nadie le importa... A mí quizás un poco", ha confesado.

Más allá de las dudas y las inseguridades que le embargan en ciertos momentos, lo cierto es que Elizabeth ha conseguido con su absoluta indiferencia ante esos 23 años que les separan que Rosie se encuentre cada vez más cómoda con la proyección exterior de su vida en pareja, teniendo en cuenta además que los prejuicios y las opiniones que puedan albergar los demás no son en absoluto relevantes.

"No paro de decirle que soy demasiado mayor para ella, pero a ella no parece importarle lo más mínimo. Y la verdad es que en el fondo somos muy parecidas, tenemos visiones similares de las cosas y ella es una chica muy madura que adora lo que hace. Es una mujer brillante", ha aseverado.

Semejante punto de inflexión en su relación con Elizabeth no podría haber llegado en un mejor momento para la polifacética artista, ya que el pasado septiembre ella misma se encargaba de revelar que había vuelto a hacer las paces con la mencionada Chelsea para tratar de reparar ese maltrecho vínculo que las unía desde hace años, uno cargado además de intercambios continuos de reproches delante de cámaras y periodistas.

"Creo que mi relación con mi hija Chelsea... Hemos tenido que superar pruebas muy duras, especialmente difíciles por el hecho de tener que hacerlas bajo el escrutinio público. Hemos pasado momentos muy complicados, pero ella está mejor, yo estoy mejor y ahora hemos vuelto a comunicarnos con normalidad. Haber sido capaces de perdonarnos la una a la otra ha sido fabuloso, un ejercicio de extrema bondad", aseguraba en su momento.