Que en este caso se materializa en los 500.000 dólares que, según el músico, le habría ofrecido este durante la carrera presidencial de finales del año pasado con el fin de que se uniera oficialmente a su campaña.
Teniendo en cuenta la retórica tan incendiaria que venía desplegando el ya mandatario a la hora de articular su posición en materia de seguridad pública -atribuyendo directamente las altas tasas de criminalidad a la inmigración mexicana.
Y de forma algo más sutil, a la comunidad afroamericana-, semejante oferta pilló completamente desprevenido al músico, aunque poco después comprendió que el republicano necesitaba un golpe de efecto para suavizar su imagen ante la población negra.
"Antes de ser elegido, lo cierto es que su campaña estaba teniendo problemas para atraer el voto afroamericano. Por eso estaba dispuesto a pagarme 500.000 dólares para que hiciera una aparición en uno de sus mítines y le diera mi apoyo", ha revelado Curtis Jackson, nombre real del intérprete, a la emisora Hot 97, antes de explicar que tan elevada recompensa no hubiera compensado en absoluto el daño irreparable que habría sufrido su reputación.
"No me lo pensé ni un segundo. Dije: 'No, no hay dinero suficiente que pueda convencerme. No merece la pena'", sentenció para dejar patente el rechazo que le producen las políticas del empresario y su compromiso inquebrantable con sus seguidores.
Y por si no hubiera quedado lo suficientemente claro que 50 Cent no es precisamente un admirador del actual comandante en jefe, cabe recordar que este mismo lunes el artista abogó directamente por la opción de que los estadounidenses se "libren de él" para poner fin así a uno de los años más convulsos de la política estadounidense.
"A mí me pasaría lo mismo. Si fuera presidente por accidente, probablemente acabaría haciendo las mismas cosas que él, ya que este hombre no tiene nadie que le ayude o que le diga cómo debe comportarse un buen presidente. Y la solución para acabar con esto está clara: hay que librarse de él cuando antes", aseguraba en el programa 'The View' ante las risas de la colaboradora Whoopi Goldberg.