Adriana Fonseca abre su corazón sobre su relación con el alcohol y su vida en el espectáculo

Adriana Fonseca, una de las actrices más reconocidas de la televisión mexicana en la década de los 2000, ha hablado abiertamente sobre las dificultades que enfrentó en su carrera debido a su relación con el alcohol y cómo esto afectó su reputación, su trabajo y su vida personal.

La actriz, originaria de Veracruz, comenzó su carrera artística a finales de los años 90. Se destacó por su belleza, carisma y talento actoral, participando en exitosas telenovelas como La Usurpadora, Rosalinda y Amor Gitano. Sin embargo, su gran salto a la fama llegó con su protagónico en Mujer Bonita y su papel estelar en Mariana de la Noche, producida por Salvador Mejía.

A pesar de sus logros, Fonseca enfrentó momentos complicados en su trayectoria, algunos de los cuales atribuye a su falta de conciencia y a ciertas actitudes que marcaron su reputación en la industria. “Si se decían cosas buenas de mí y cosas no muy buenas, y sí, la reputación, yo entiendo que es algo, pues sí, importante. Seguramente el momento en que mi relación con el alcohol fue diferente a, obviamente, ahorita. No tenía la conciencia, quizá, de tomar en una fiesta, porque siento que yo fuí muy adelantada a mi época y como que muchas cosas no tenían filtro”, reconoció la actriz.

Fonseca relató un episodio que ocurrió durante la grabación de Mariana de la Noche, en el que su comportamiento llamó la atención de los medios y sus colegas. “Me regañó, por ejemplo, Chava Mejía cuando estaba haciendo Mariana de la Noche. Me regañó porque fuimos a una cosa de Doña Silvia Pinal y en eso llega Alejandra Guzmán y yo era súper fan. Entonces yo me emocioné tanto que me eché dos shots de tequila y me puse mal. Y entonces luego de entrevistas y así, me acuerdo que ya de ahí no me bajaban de borracha. Y pues sí, me afectó. O sea, esa vez me habló Chava Mejía y me dijo, '¿qué te pasa?, o sea, estás dando un papelón en las cámaras', porque había mil medios”, confesó a Venga la Alegría.

Aunque Adriana Fonseca aclaró que nunca fue alcohólica, la falta de control en ciertos momentos repercutió en su carrera y su vida personal. La presión mediática, el juicio público y los problemas familiares que se derivaron de estas situaciones la llevaron a tomar una decisión importante: retirarse temporalmente de la televisión.

“Todo eso te ayuda también a madurar. No son trancazos porque no fue lindo. O sea, lo que decían de mí, sí que en todos lados”, expresó, refiriéndose al impacto emocional de los comentarios que recibió.

Durante estos años difíciles, Fonseca contó que su madre jugó un papel crucial, aunque con una mano firme que, según la actriz, a veces la hacía sentir aún más presionada. “Y mi mamá, mi mamá es un sargento. Ella fue la primera en regañarme. Todo lo que veía en las revistas y todo lo que veía en la tele venía y me regañaba y me iba mal, ¿no? Aun siendo yo ya un adulto. Entonces ustedes no saben lo que, aparte de todo el juicio, es lo que uno vive o no, a ver si me terminaba por la fama, ¿no?”, recordó.

Tras varios años fuera del foco mediático, Adriana Fonseca decidió dedicarse a proyectos personales y a sanar emocionalmente. Durante este tiempo, también incursionó en el teatro y otros formatos menos expuestos al escrutinio público. En 2019, sorprendió al público con su regreso a la televisión en proyectos internacionales, mostrando una versión más madura y renovada de sí misma.

A pesar de sus esfuerzos por mantener una imagen positiva, Adriana Fonseca ha enfrentado recientemente críticas en redes sociales por algunos comentarios y publicaciones que generaron controversia. Sin embargo, la actriz se mantiene firme en su decisión de mostrarse auténtica y de no permitir que las opiniones externas definan su camino.