Bill Skarsgård busca 'traumatizar' a las nuevas generaciones

31 de Julio de 2017
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El actor Bill Skarsgård (Suecia, 1990) se enfrentará en septiembre una auténtica prueba de fuego para demostrar ante el mundo que el talento de la saga Skarsgård no se limita únicamente al que ya han venido exhibiendo su padre Stellan ('El Indomable Will Hunting') o sus hermanos Alexander ('True Blood') y Gustaf ('Vikingos'), ya que en poco más de un mes llegará a los cines la nueva versión del clásico de terror 'It' y, en esa película, el joven devolverá a la vida nada menos que al temible payaso Pennywise.

Cierto es que el apuesto intérprete ya se ha forjado una más que respetable trayectoria en la televisión de su país natal y cuenta además con un destacado papel en la cinta Anna Karenina y en la serie de Netflix 'Hemlock Grove', pero como él mismo ha confesado ahora, este nuevo reto cinematográfico reviste de una importancia especial para él debido al carácter icónico de la novela homónima de Stephen King y al legado dejado por su predecesor en el papel, el gran Tim Curry.



"Desde que se hizo público que me habían dado el papel, todos los días se me acercaba la gente para decirme: 'Oh, Dios mío, no me puedo creer que vayas a hacer la película 'It'. Esa película me traumatizó'", explica en conversación con la revista Dazed,




Antes de sugerir que 'traumatizar' es precisamente el objetivo que se ha marcado -a las nuevas generaciones, se entiende- con este nuevo proyecto.

De hecho, el artista de 26 años también se ha animado a compartir públicamente algunas de las técnicas que ha venido aplicando a la hora de preparar su personaje, que sin duda dejan patente su pretensión de aterrorizar a los espectadores, pero también de sumirles en una tensión constante derivada de la naturaleza "impredecible" de Pennywise.

"Una de las cosas que me han llamado siempre la atención de él es lo mucho que disfruta cuando se transforma en payaso, es como si le sirviera para dejarse llevar por sus instintos. Por eso quería crear algo que resultara creíble y al mismo tiempo, despiadado, algo que deje al espectador muy alterado por culpa de lo impredecible de todo lo que puede pasar", apunta en la misma conversación.

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