Se abre la veda para dirigir la próxima entrega de James Bond

24 de Agosto de 2018
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El abandono de Danny Boyle como director de la próxima entrega de James Bond, la vigésimoquinta de la franquicia y la quinta con Daniel Craig como protagonista, ha hecho peligrar la fecha de estreno ya fijada para la película: el 8 de noviembre del año que viene. De hecho, el proyecto contaría con tan solo 60 días para encontrar un sustituto al cineasta o se vería obligado a retrasar su llegada a los cines.

Entre los candidatos a reemplazar a Boyle, los nombres que suenan con más fuerza son los de Edgar Wright, que atraviesa un gran momento en su carrera tras la buena acogida que recibió 'Baby Driver', y Jean-Marc Vallee, el colaborador habitual de Reese Witherspoon en sus series como productora -'Big Littles Lies' y 'Heridas Abiertas'- y el responsable de conseguirle una nominación al Óscar por 'Alma Salvaje'.

Sin embargo, en el caso de Vallee, debido a sus compromisos fijados de antemano le resultaría casi imposible ponerse al frente del proyecto, lo que a su vez aumentaría las posibilidades de otros competidores por el puesto como David Mackenzie o Yann Demange.

Al mismo tiempo, los rumores sobre los motivos que habrían provocado la salida de Boyle siguen ganando fuerza sin que los productores de la saga se animen a confirmar o desmentir una u otra posibilidad.

La teoría más aceptaba es que el guion de Boyle incluía claras referencias a temas políticos y sociales de actualidad, incluyendo movimientos como 'Me Too' y 'Time's Up' o las tensiones entre Reino Unido y Rusia, que los responsables de la película considerarían que robaban protagonismo al espía británico y se alejaban del tono habitual de sus historias.

Cabe destacar que en 2012, cuando fue seleccionado para dirigir la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres, el cineasta se enfrentó ya a duras críticas por lo que muchos consideraron un uso indebido de esa plataforma para ‘promocionar' valores tradicionalmente asociados a la izquierda política, mientras que otro sector de la opinión pública aplaudió sus esfuerzos por celebrar a instituciones como el NHS, la entidad que se ocupa de los servicios sanitarios públicos.