"La verdad es que no, todavía no siento que pertenezca a este mundo en absoluto. Nada de lo que tengo me vino de repente en una bandeja de plata, en plan, ya está, soy una estrella. Siempre fui un poco marginada y solitaria. Era diferente a las demás, un poco excéntrica y escribía mis propias canciones. Pero tampoco me aislaba, siempre he apoyado a otras mujeres y artistas femeninas", ha declarado a la revista Fault.
En vista de las dificultades que parece estar atravesando a la hora de asimilar su condición de celebridad, la cual ha quedado más que patente con las impresionantes cifras de streaming que han cosechado sus sencillos y colaboraciones, no debería resultar demasiado sorprendente que Bebe haya recurrido a la ayuda de un terapeuta profesional para aprender a lidiar mejor con el escrutinio público y especialmente con la "ansiedad" que de ella se deriva.
"Lloro mucho, es duro. Tengo mi propio terapeuta y gente con la que desahogarme. Es una batalla diaria, al menos eso es lo que siento. No quiero dar demasiados detalles, pero este estilo de vida es una locura, es muy intenso", ha aseverado en la misma conversación.