Y es que, como ha publicado ahora el portal de noticias TMZ citando al círculo de allegados de la pareja, la idea del matrimonio y todos aquellos rituales que lo caracterizan nunca han generado una fascinación especial en ellos, ya que están convencidos de que la solidez de su romance -y el bienestar de la familia que pudieran formar de aquí a unos años- no depende de tales tradiciones ni de la aprobación oficial de su entorno social.
"Cuando decidieron prometerse lo hicieron para proyectar un símbolo del compromiso de por vida al que se habían suscrito, pero eso no significa que ahora tengan que dar continuidad a eso con una boda de gran envergadura. Miley y Liam son gente muy relajada y flexible, son perfectos el uno para el otro porque no le dan importancia a estas formalidades. Quizá no se casen nunca", ha expresado un informante al citado medio.
Teniendo en cuenta que el cuñado de Elsa Pataky y la estrella del pop han optado por contestar con el silencio y la indiferencia al sinfín de conjeturas que han venido circulando en torno a la salud de su vínculo sentimental, muchos 'expertos' y comentaristas de las redes sociales han interpretado automáticamente que tales habladurías eran ciertas y, por tanto, que su romance podría acabar resquebrajándose debido a las supuestas prisas del actor por debutar en la paternidad junto a su prometida y las dudas que, al respecto, albergaría ella.
"Miley y Liam creen que los rumores sobre su ruptura son divertidos a la par que absurdos. Todo va bien entre ellos y la verdad es que les importa bien poco lo que la gente diga sobre su relación, especialmente porque nada de esto les concierne. Lo relevante aquí es que Miley jamás había sido tan feliz como lo es ahora, y ahora mismo vive una etapa de gran estabilidad", ha asegurado el mismo confidente.