Con ese bagaje a sus espaldas, la famosa cantante ha comenzado a plantearse si, quizas, en su caso no exista un príncipe azul con el que protagonizar su 'felices para siempre'.
"Empiezas a preguntarte: ¿Seré yo? Creo que nos gusta pensar que lo tenemos todo controlado, pero en el fondo somos seres complicados. Así que conseguir que las cosas funcionen con otra persona, que también tiene sus manías, parece razonable pensar que no resultará sencillo", apunta la artista en declaraciones a la revista OK!
El hecho de que todas y cada una de sus rupturas se hayan producido bajo la atenta mirada del resto del mundo también consigue que se plantee si merece realmente la pena arriesgarse a conocer alguien nuevo y volver a empezar el ciclo de nuevo.
"Sé que la gente me pinta como si fuera una fracasada en este departamento, pero puede que sea parte de mi destino el que aún no haya conocido al 'adecuado'. Hay mucha presión para encontrar a tu media naranja. Y una parte de mí piensa que a lo mejor está ahí fuera, pero otra parte se plantea que a lo mejor ese no es el caso. No para mí", concluye.