"Si hubiera nacido en Estados Unidos, me hubiera presentado, sin duda alguna. ¿Por qué ahora? Porque creo que, dada la situación, este hubiera sido el momento propicio para lanzar la candidatura", explicó el actor en conversación con la revista Adweek, para añadir acto seguido. "No me gusta el espectáculo de la política [en referencia a su plano más mediático], pero sí disfruto diseñando buenas políticas y medidas que mejoren la convivencia, aseguró.
Resulta curioso también que el ídolo del cine de acción atribuya ahora a su pasado como aclamado culturista y a la popularidad que le brindaron sus triunfos en competiciones como Mr. Olympia y Mr. Mundo las habilidades comunicativas que tan buenos resultados le dieron en su etapa como político profesional en California.
"Me di cuenta al dedicarme al culturismo que tienes que ser capaz de venderte a ti mismo, pero también tus ideas y tu postura de cara al público. Tienes que aprender a destacarte sobre el resto, a instalar en las mentes de los demás una percepción única y positiva de ti, más allá de la política y las películas. La clave es: ¿Cómo hacer que te recuerden?", añadió.
Una de las razones que explican su decisión de adentrarse en el mundo del culturismo, así como la ambición que le ayudó a llegar a lo más alto, reside en la admiración que sentía por el que fue su gran referente, el británico Reg Park -uno de los pioneros de este deporte y el actor que, al igual que Arnold, interpretó en una ocasión a Hércules-, y su deseo de emular su exitosa trayectoria.
"Pensé: 'Puede que pueda copiarlo'. Tuve una visión clara de mí mismo posando en un pedestal como él y nunca dudé de que podría lograrlo", rememora en la misma entrevista.