Según un informe recabado por la Corte Internacional de Justicia, 800 están heridos y 12 perdieron un ojo por impactos de balas de goma, y 400 fueron ilegalmente detenidos hasta el día en que presentaron su informe. Las cifras aumentan y los crímenes que antes se realizaban en horas de la noche, desde el viernes 25 se han empezado a cometer a la luz del día.
"No tenemos nada que celebrar", dijeron las mujeres organizadas en el Movimiento Madres de Abril, y una inmensa mayoría de madres, hijas e hijos acompaña el sentimiento. Julián Blandón, un joven empresario, dijo que su mamá les advirtió que no quiere regalos, que mejor gasten apoyando en algo a los estudiantes. Los hijos planean invitarla a la marcha que esperan será masiva.
Las reacciones son similares entre hombres y mujeres, Sarali Porta contó en su página de Facebook: "Hoy fui al plantón de las madres de abril. En su mayoría, había mujeres, mayores, madres seguramente.
Repartieron rótulos de los rostros de nuestros caídos y dimos inicio al plantón dando una vuelta a la rotonda y gritando consignas. Yo sostenía un rótulo en alto, el de Michael Humberto Cruz. JUSTICIA, JUSTICIA, JUSTICIA. Se iba haciendo más grande el plantón. ERAN ESTUDIANTES. NO ERAN DELINCUENTES
Una señora se me acercó y quedó viendo mi rótulo y muy serena me dijo: "Ese es mi hijo". Yo no lo podría creer, me temblaron las rodillas y la barbilla.
Levanté el rótulo más alto, para hacer honor, no logré contener el llanto. Ella se lamentó: "pero es que no traje foto de él". En ese instante entendí que me lo estaba pidiendo Y le dije "Señora, tome, tome, por supuesto." Y le di el rótulo de su hijo.
Casi en iguales términos se pronunció la corresponsal de una agencia internacional de noticias. "Cuando veo los videos donde unos jóvenes estudiantes de medicina están tratando de salvarles la vida a otros, y veo la desesperación, me ataco a llorar. Y cuando voy a las marchas, y las veo a ellas con las fotos de sus hijos, me dan ganas de llorar", declaró a SEMlac.
No ha pasado un día, desde el 18 de abril, sin que diferentes sectores, médicos, abogados, estudiantes de secundaria y población en general realicen marchas. Los plantones de las Madres de Abril tienen lugar en el corazón de la capital, en la rotonda del centro comercial Metrocentro, los jueves a las tres de la tarde. La población se desborda en solidaridad.
Desde la semana pasada, la hija de Ángel Gahona, de unos cinco años, se planta con una pancarta con la fotografía del joven periodista asesinado, según su familia, por la policía nacional. Esta muerte fue transmitida en vida, pues el comunicador estaba reportando la protesta cuando un tiro acabó con su vida. En la protesta, acompañan a la niña, la madre y el padre de Ángel, lo mismo que su esposa, también periodista, Migueliuth Sandoval.
Pasaron casi 12 años de inmovilidad política en Nicaragua. Esta inercia tan solo fue rota durante las marchas que las feministas realizan todos los años, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y el 25 de noviembre, Día internacional de la Violencia, atacadas sistemáticamente por antimotines, salvo el presente año. Y también durante el cierre de una huelga de hambre llevada adelante por la excomandante guerrillera y exministra de Salud, Dora María Téllez, en junio del 2008.
Durante una conferencia de prensa llamando a marchar durante el propio Día de las Madres, miércoles 30 de mayo, las Madres de abril denunciaron que han agotado todas las medidas legales para que se investiguen los asesinatos de sus hijos, sin encontrar respuesta por parte del régimen. Por el contrario, a muchas de ellas se les ha exigido renunciar a realizar autopsias a cambio de entregarles los cuerpos de los muchachos.
"Nicaragua se une para exigir justicia" será el lema de la marcha que se iniciará a las 2:00 p.m. en la rotonda Jean Paul Genie y recorrerá la Carrera a Masaya hasta finalizar en la Universidad Centroamericana (UCA). Jean Paul Genie es el nombre de un joven de 19 años, de cuya muerte acribillado a balazos en 1990, se acusó a la caravana de seguridad del entonces jefe del ejército, Humberto Ortega. La investigación no prosperó.
Para algunas personas resulta una justicia poética, o sea una oportunidad en la que finalmente la maldad se castiga, el que ahora este sitio sea uno de los principales lugares de la protesta.