La propuesta que pretende penalizar el aborto cuando existe malformación fetal grave o letal, estaba detenida en la Cámara parlamentaria desde marzo del 2018, cuando el parlamento se vio obligado a pausarla debido a las manifestaciones de grupos feministas.
“Si bien es vergonzoso que los parlamentarios no rechacen estas dos propuestas regresivas de manera inequívoca, la votación de hoy es un testimonio del poder de protesta, incluso y especialmente, durante la pandemia de COVID-19”, dijo en comunicado la directora de Amnistía Internacional (AI) en Polania, Draginja Nadazdin.
Las fechas de los proyectos de ley aún no se han anunciado.
Al respecto la directora de AI Polonia comentó: “Continuaremos observando cada movimiento de las autoridades para asegurarnos de que estos proyectos de ley regresivos no avancen más cuando inevitablemente resurjan”.
Polonia ya tiene leyes estrictas sobre el aborto que sólo permiten la interrupción del embarazo en casos de violación, incesto, cuando la salud del bebé o la madre se ve comprometida o cuando el feto tiene malformaciones graves. La nueva ley propone prohibir esta última causal, dando como resultado una prohibición casi completa del aborto.
La segunda iniciativa, esta pausada desde octubre del 2019 y pretende “proteger a los niños contra la promoción de las relaciones sexuales entre menores de edad”, contemplando penas de hasta 5 años de cárcel para quienes impartan información de educación sexual a menores de edad.
La legislación para penalizar la prohibición de educación sexual para menores de edad afectaría a maestros, proveedores de atención médica, periodistas e incluso padres, amenazándolos con una pena de prisión por proporcionar educación sexual, incluida información sobre anticoncepción o los riesgos de explotación sexual.
Pese a las restricciones por la pandemia y siguiendo las medidas de prevención, decenas de mujeres con paraguas negros, símbolo del movimiento por los derechos reproductivos en Polonia, rodearon el Congreso desde los coches, tocando bocinas, exhibiendo carteles contra la ley y recorriendo las calles de la ciudad para llamar la atención. La campaña también se trasladó a las redes sociales con el hasthtag #ProtestAtHome.