Niñas pobres en franca desventaja

04 de Julio de 2016
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Santo Domingo, julio (SEMlac).- La tasa de mortalidad neonatal en este país es de 25 por cada 1.000 nacidos vivos, la tercera más alta de América Latina, solo superada por Haití y Guyana, alerta el informe anual del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), titulado Una oportunidad justa para cada niño en República Dominicana.

El espectro mundial tampoco es halagüeño. De acuerdo con el estudio, 69 millones de menores de cinco años morirán debido a causas evitables y lo peor les espera a niños y niñas más pobres, si los gobiernos, los donantes, las empresas y las organizaciones internacionales no aceleran los esfuerzos para solucionar sus necesidades, afirmó Rosa Elcarte, representante de ese organismo internacional en esta nación, al presentar aquí el documento a la prensa.

La probabilidad de morir en República Dominicana antes de los cinco años (39 por 1.000 nacidos vivos) es casi el doble para hijos e hijas de hogares pobres, que para ricos (21 por 1.000 nacidos vivos), señala el informe de Unicef.

El documento amplía que, en el ámbito educativo, 26,8 por ciento de los más pobres están fuera de la escuela secundaria en comparación con 4,3 por ciento de los más ricos. Añade que cada día mueren 13 bebés antes de tener 28 días de nacidos, el 80 por ciento de estos fallecimientos podría evitarse.

Agrega el documento que 27,5 por ciento de quienes no han arribado a los cinco años no aparece en el Registro de Nacimiento; esto implica más de 175.300 niños y niñas.

Una de cada cinco adolescentes entre 15 y 19 ha estado o está embarazada (199.580), precisó la representante de Unicef, y añadió: "En las adolescentes más pobres, el porcentaje de embarazos es de 41,10 por ciento, 10 veces más alto que en las ricas (4,70 %), y el 2,1 por ciento (20.588) de las niñas de 10 a 14 años ya ha tenido un hijo", detalló.

En este punto, el especialista en Protección y Oficial a Cargo de Unicef, Eduardo Gallardo, se refirió al preocupante porcentaje de niñas casadas o unidas antes de cumplir 15 años de edad en República Dominicana, que es de 11,70 por ciento, superior a la media latinoamericana (5 %).

Otras cifras alarmantes son las que dan a conocer que el 58,60 por ciento de las niñas más pobres están casadas o unidas antes de los 18 años, mientras que el porcentaje de las más ricas es de 18,40.

También a las agresiones sicológicas o castigos físicos hace alusión el informe: Más de 721.000 niños y niñas de uno a 14 años sufren maltratos en hogares dominicanos, lo que representa el 62,9 por ciento del total de menores: "Un dato interesante es que no se observan diferencias significativas entre ricos y pobres o rurales y urbanos, debido a que el problema se debe fundamentalmente a patrones socioculturales", apuntó Elcarte.

El país ocupa el décimo lugar de América Latina y el Caribe con mayor cantidad de niños y niñas (12,8 %) de cinco a 17 años víctimas de trabajo infantil. La tasa promedio de la región es de (9%).

Se reconoce la cifra de unos 323.000 que se ocupan en actividades prohibidas para su edad o condición en República Dominicana. En este sentido, también los más pobres son los más explotados.

¿Qué hacer?
Para Eduardo Gallardo, lo primero es ubicar las realidades, quiénes son y dónde están estos infantes, para quienes deben aumentar la inversión y focalizar la inversión en políticas y programas que favorezcan a los más pobres.

Rosa Elcarte apela a la responsabilidad de las familias y a los propios niños, niñas y adolescentes a participar en sus comunidades como entes activos para promover cambios socioculturales, alcanzar la equidad y una oportunidad justa para todos y todas en el país.

La oficial de Educación, Liset Núñez, intervino para explicar que ese Ministerio, junto a Unicef, se ocupa actualmente de identificar estudiantes que desertan de la escuela, e indagan en las causas que generan la exclusión escolar, a fin de fortalecer diversos programas encaminados a lograr esas metas de acceso al aprendizaje y, consecuentemente, la posibilidad de mejores opciones de ese segmento poblacional.

No obstante, hasta la fecha, las políticas gubernamentales no han dado frutos y contrasta la realidad de presentar a República Dominicana con un crecimiento económico, que según organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), y el Banco Mundial, alcanza el más alto en toda la región, con un siete por ciento.

Sin embargo, tal desarrollo parece no llegar a la población de menos recursos ni ha hecho posible cumplir el cuarto de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, que plantea reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años en el país, entre otros propósitos.

Tampoco el Estado dominicano ha cumplido con el convenio Número 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre las peores formas de Trabajo Infantil, cuyo compromiso era erradicarlo para el año 2015, y aún en 2016 se exhibe esta penosa realidad.

Desde la adopción en el año 2000 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y las tareas pendientes reunidas hasta ahora con los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Agenda Post 2015, se observan puntos muy rezagados como el que aborda la reducción de pobreza extrema que afecta a uno de cada 10 ciudadanos, un desafío que, según el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), expuesto en su sitio Web PNUD en República Dominicana, está asociado en mayor medida al resultado educativo precario y a la poca generación y acceso a empleos de calidad, lo cual calificó de un imperdonable hecho social.

Al cierre de la redacción de esta líneas, SEMlac conoció que como parte del Plan Nacional de Protección y Atención Integral a la Primera Infancia, Quisqueya Empieza Contigo, desarrollado en el marco de la Estrategia de Gobierno Quisqueya Sin Miseria, los empobrecidos municipios de Sánchez en la provincia Samaná y en Mao de Valverde, dos de las 31 provincias de la República Dominicana, ubicadas en el noreste del país, efectuaron este primero de julio encuentros de sensibilización con las familias, autoridades locales y organizaciones de la sociedad civil.

La jornada persigue intensificar la protección y atención integral a la primera infancia y prevé, entre otras acciones, crear cuatro centros comunitarios para su atención y a la familia.

Actividades como estas tendrán que multiplicarse para lograr algún día ese balance de los claroscuros que lidera el país en la erradicación de la pobreza, que como cruel flagelo provoca, sobre todo en la vulnerable niñez dominicana, muertes y desamparos.

Recuadro
Unicef destaca que este análisis de República Dominicana se hizo basado en el estudio Estado Mundial de la Infancia y en los datos de la Encuesta Nacional de Hogares -2014.

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