El caso, que provocó un escándalo nacional, estalló en medio del debate por la legalización del aborto que lleva a cabo el Congreso desde el pasado 10 de abril, en audiencias en las que hablaron cientos de ponentes a favor y en contra de esta práctica.
En Argentina el aborto es legal por violación o cuando está en riesgo la vida de la madre, sin plazos específicos, pero este derecho no se le quiere reconocer a la niña de 10 años que ya cursa un embarazo de 19 semanas.
El problema es que Urtubey, un gobernador que quiere ser presidente de Argentina, firmó un decreto que contraviene la legislación nacional e incluso un fallo de la Corte Suprema, ya que limita el aborto por violación dentro de las 12 semanas de gestación.
La niña, cuya identidad se mantiene en reserva para protegerla, fue violada de manera repetida por su padrastro, y la madre se enteró de los abusos cuando la llevó a un hospital porque tenía dolores de estómago.
Salta, ubicada a mil 300 kilómetros en el norte de Buenos Aires, es una de las provincias más conservadoras de este país y este no ha sido el único caso que ha provocado una conmoción nacional.
Hace dos años se difundió la historia de una niña indígena de 12 años que quedó embarazada después de una violación colectiva (práctica frecuente en Salta) y que sólo pudo abortar porque el feto era anencefálico.
Por estos y otros casos es que el movimiento de mujeres espera que el 13 de junio la Cámara de Diputados vote la legalización del aborto que después tendría que ser ratificada por el Senado.
En este país anualmente se realizan alrededor de medio millón de abortos clandestinos al año que provocan la muerte, en promedio, de 30 mujeres.