Mujeres pintan el país de violeta y morado

Con información de 17 colaboradoras de SemMéxico y El Sol de México ([email protected]).

NOTICIAS SEMLAC
13 de Marzo de 2023
Guardar
Mujeres pintan el país de violeta y morado.
Mujeres pintan el país de violeta y morado.

México, marzo (SEMlac).- (depositphotos) Este 8 de marzo, miles de miles de mujeres en todo México reprobaron al sistema, al gobierno, por su incapacidad para detener la violencia feminicida y dijeron no al machismo y al régimen patriarcal.

Miles de mexicanas se manifestaron contra la impunidad y la inseguridad que puebla a todo el país, donde son asesinadas 21 mujeres al día, 15 son violadas cada hora y 18 niñas de 12 a 15 años desaparecen todos los días.

Y la protesta no la pararon ni los muros y las vallas en los edificios de los y las ejecutivas, de al menos 12 capitales; ni policías y hasta bomberos en la Ciudad de México las intimidaron. Con un grito de Alerta, demandaron cese a la violencia y a la indiferencia.

Tampoco las intimidó un químico amarillo que vino, durante horas, de las puertas de Palacio Nacional. De todas las edades, las mujeres tomaron las calles del país, de los puentes peatonales y de las instalaciones fronterizas en el norte -Ciudad Juárez- y el Sur, en el río Suchiate.

Colocaron carteles en el muro presidencial del zócalo capitalino, hicieron pintas en muros y calles; los ríos de mujeres jóvenes, de niñas y también de mayores y hasta abuelas, se vieron en todos los reportes, las redes sociales, las pantallas de televisión e incesantemente fueron descritas por la radio.

La movilización cubrió al país de una nube morada y violeta hasta en los rincones inimaginados. En todas las ciudades hubo un despliegue importante de policías, de mujeres policías, de patrullas y hasta de bomberos.

El incidente más importante se reportó en la ciudad de Guadalajara, en la Rectoría de la Universidad.

La demanda central, seguridad, cese a la violencia contra las mujeres, ni una más, invadió micrófonos y sonidos; algunos noticiarios de la radio y la televisión se vistieron con las canciones de protesta.

¿Quiénes marcharon?
En diferentes lugares, ciudades, regiones, salieron y se enfrentaron a las autoridades, pidiendo respeto a sus derechos. También se oyó un grupo en cadena de libertad y respeto, de investigación.

A esas marchas hubo un despliegue de fotógrafas y fotógrafos y reporteras y reporteros. Los contingentes de mujeres, estuvieron enmarcados por cámaras y micrófonos.

En la Ciudad de México, a las 18 horas, empezaron a regresar y entonces volvieron a poblar las calles aledañas, la Alameda Central y el gran patio del Palacio de las Bellas Artes. Algunas volvieron a la Glorieta de las Mujeres que Luchan y que les quiere ser arrebatada por la jefa de la ciudad.

Las periodistas de la televisión, sin darse cuenta, empezaron a hablar de nosotras; las mujeres que las vieron marchar tendieron las manos, las abrazaron.

¿Quiénes marcharon? Mujeres de todas las edades, visiblemente las madres de las víctimas de feminicidio, las buscadoras de desaparecidas y desaparecidos, las miles y miles de universitarias; se vio marchar a campesinas e indígenas, gritando por un cambio en el machismo, las políticas contra la violencia frustradas y simuladas; por su derecho a caminar en las calles seguras y felices. Las comentaristas pedían no olvidar las demandas.

Hicieron notar que las marchas fueron imaginativas, festivas, mostraron obras de arte en sus carteles, escenificaciones callejeras, música afro/caribeña; grupos y colectivas, amas de casa, hijas y hermanas de las asesinadas; mujeres mayores pidiendo seguridad para sus nietas; huérfanos y huérfanas, miles de mujeres y algunos hombres pidiendo justicias y seguridad. Eso lo central.

Demandas de escucha contra el silencio oficial, con denuncias de violencia institucional.

Las consignas nombraron todas las violencias que las jóvenes han descubierto, le han puesto nombres y han peleado porque se legisle sobre ella: la Ley Ingrid, la violencia vicaria, la violencia ácida.

Durante varias horas, por todo el país, el pleno sol no las paró, y cuando fue cayendo la tarde, las mujeres se seguían manifestando. En la Ciudad de México llenaron Pino Suárez, 20 de noviembre, 5 de mayo, calle de Madero. Algunas prendieron veladoras y colocaron las fotografías de sus víctimas en varias estaciones del Metro.

La radio, la televisión, los portales digitales, de empresas grandes, de alternativas, de independientes, reportaron casos, cifras de violencia, historias, muy diversas, mirando a la violencia, pero rescatando una y otra vez, el carácter festivo de las manifestantes, sus canciones y su convicción de "no queremos nada con el estado", "patriarcado capitalista, no a la represión".

Por momentos, en la mañana, se coloraron piquetes de "anarquistas" o "de provocadoras", algunas llegaron a las puertas del Palacio Nacional, como para inhibir la llegada a la plancha. Nada las paró. Esos grupos derribaron dos semáforos e hicieron algunas fogatas. Sin cosas que lamentar. A las 18 horas se reportó que la gresca había cesado.

Hubo acciones paralelas. No reportadas por los medios. Piquetes de mujeres de morado en las entradas de las estaciones del metro, denuncias instantáneas en algunas colonias fuera de las plazas mayores; denuncias todo el día en las radios nacionales y locales; pronunciamientos leídos con calma desde las 8 am en las radios privadas; mesas redondas improvisadas en algunos parques, cómo el de las Américas en la colonia Narvarte; instantáneas en algunos supermercados, donde mujeres sacaron sus pañuelos violetas.