Maternidad o trayectoria académica, disyuntiva para las mujeres científicas

Por Elda Montiel ([email protected])

NOTICIAS SEMLAC
21 de Febrero de 2023
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Maternidad o trayectoria académica, disyuntiva para las mujeres científicas.
Maternidad o trayectoria académica, disyuntiva para las mujeres científicas.

México, febrero (SEMlac).- (depositphotos) La ausencia de políticas institucionales, la desaprobación explícita y oculta por ejercer la maternidad, provenir de otra disciplina y consideraciones relativas al género y la edad se atraviesan como impedimento para concursar por plazas, según las participantes en el "Diálogo Intergeneracional: Mujeres, jóvenes y niñas en las Ciencias Sociales", realizado en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

En el marco de las actividades del Día Internacional de las Mujeres, Jóvenes y Niñas en las Ciencias, que se conmemora el 11 de febrero, se llevó a cabo la charla donde la investigadora Judith Zubieta García destacó la importancia de promover más mujeres en las ciencias, condición muy ligada a los Objetivos de Desarrollo Sostenibles para lograr un futuro mejor y más sostenible hacia el año 2030.

Cristina Bayon Chernicoff, investigadora en pobreza y desigualdades sociales, consideró necesaria la democratización de los espacios y de los quehaceres domésticos, que son procesos culturales enraizados en la cultura machista patriarcal, y reconoció que estos procesos de transformación son lentos. Propuso, también, que las campañas interpelen directamente a los hombres.

Por su parte, Judith Zubieta García, formada en la Facultad de Ciencias, doctora en Sistemas por la Universidad de Pennsylvania, investigadora titular C y parte del Sistema Nacional de Investigadores nivel 1, refirió que los obstáculos en su desempeño profesional fueron cuando estuvo invitada a participar en el Instituto de Investigaciones Sociales, por su interés de cómo las matemáticas impactan en la vida social, lo cual no fue comprendido por sus pares por no provenir de la carrera de Sociología, quienes le manifestaron su desaprobación, incluso con malos tratos.

Convencida de que las disciplinas se tienen que complementar, se encuentra satisfecha de participar en investigaciones interdisciplinarias.

Sandra Villalobos Nájera, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, con especialidad en género y campo religioso, destacó que lo principal es reconocerse y mirarse como científicas.

Con 46 años de edad y madre por elección de una niña de 10 años se enfrentó, cuando iba a hacer su doctorado, a que el Comité de Evaluación le preguntara si se iba a embarazar o a divorciar. Actualmente, dijo, ya no hacen esas preguntas, pero no significa que este prejuicio haya desaparecido. Afirmó que se cruzan género y edad porque quieren saber si continuarás sin interrupciones, expresó.

Sandra se embarazó y terminó su doctorado, pero esto tiene costos físicos y emocionales. Las mujeres nos encontramos en esta disyuntiva entre la trayectoria académica y la decisión de ser reproductivas, lo que genera mucha tensión, porque es un tema del que no se habla, pero que está latente en los pasillos, en las políticas institucionales, en las caras de reprobación.

Señaló que se cruzan género y edad, tiempo para estudiar y tiempo para el cuidado. Refirió que su mamá, durante el embarazo, tuvo que interrumpir sus estudios para cuidar de ella, y después los retomó. En su caso, contó con el apoyo de sus tutoras feministas.

Expresó que lo que hay que garantizar es que las niñas que se interesen en la ciencia lleguen y se queden, que tengan un salario digno y no estén marcadas por si quieren o no ser madres.

Yolanda Moreno, comunicóloga y urbanista del Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva de la Ciudad de México, se refirió a las diferencias sociales de las estudiantes que, como en su caso, se tenían que transportar de Milpa Alta a la universidad en la Ciudad de México, desde las cuatro de la mañana, que son situaciones que no se mencionan pero que están ahí y que implican una desventaja.

Son las luchas que se dan desde que eres estudiante, no todas/todos están en igualdad de condiciones, obviamente tenía poco dinero y debía guardarlo. Actualmente, ya como profesionista, puede pagar renta y mantenerse.

Por otra parte, las estudiantes de preparatoria Keillany Alpízar y Ana Sánchez de la Unitec, campus Sur, se refirieron a las actividades diarias de transportarse y cómo deben vestirse. Incluso cuando quiere usar vestido o falda, utilizan pantalón para el transporte y ya en la escuela se cambian.

Ana Sánchez, de 17 años, indicó que tuvo que aprender a andar sola en el transporte, porque anteriormente había quien la acompañara a la escuela, y ahora tiene que hacerlo sola. Al principio le preocupaban cómo la miraban o si la seguían.

Cristina Bayon Chernicoff, especialista en sociología de la pobreza y la desigualdad, explicó cómo estos miedos de salir por la inseguridad de no saber si vas a regresar o no, son obstáculos para seguir estudiando.

Comentó al respecto que no es posible que haya vagones rosas solo para las mujeres, por lo que propuso que tiene que haber campañas que interpelen a los hombres para que cesen esas agresiones, con lo que coincidió Judith Zubieta, y lo llamó democratización de los espacios. Abundó que a esas desigualdades hemos contribuido las mujeres al reproducir los estereotipos de género a la hora de lavar los trastes, la ropa, y en el diferente tratamiento a las hijas y los hijos en la práctica.

Al respecto, Sandra Villalobos señaló que parece muy sencillo decirle al hermano o al hombre que lave los trastes, pero esto implica que puede generar violencia, la lucha es mucho más complicada.

Por otra parte, precisó que está bien sentirse cansadas porque las mujeres tenemos dobles y hasta triples jornadas, trabajamos y cuidamos. A lo que señaló Cristina Bayon que no hay que caer en el voluntarismo de querer hacerlo todo una mismo. Hay quienes pueden más que otras.

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