La tercera marcha del movimiento feminista y la segunda de la Coordinadora Feminista Universitaria partió en la céntrica Plaza Italia y desde ahí avanzó por la Alameda, principal corredor de la capital chilena, hasta terminar con un show cultural en esa misma avenida esquina Echaurren.
Pese a ser una manifestación absolutamente pacífica, luego de terminada la marcha un grupo de encapuchados se enfrentó con la militarizada policía de Carabineros, lo que derivó en el uso de carros lanza aguas y lanza gases para dispersar los disturbios.
Durante el recorrido grupos de mujeres realizaron esquemas de baile y gritaron consignas feministas, donde varias de ellas lucieron su cara tapada y su ropa interior manchada de rojo, simulando sangre, con carteles que decían “no nací mujer para morir por serlo”.
La Intendencia de la Región Metropolitana, donde se ubica Santiago, estimó en 15 mil los manifestantes, que bajo la consigna “precarización vivimos todas: a la calle estudiantes, migrantes, madres y trabajadoras”, demandaron, entre otras cosas, una educación no sexista, equidad de género y fin a la violencia machista.
Las voceras de los grupos feministas señalaron al término de la marcha que “el llamado es a tomarse todos los espacios para radicalizar la movilización”, al tiempo que definieron al Ejecutivo como “un gobierno machista que nos quiere detener. Tenemos que seguir luchando por todas las mujeres de Chile”.
“Nosotras somos la resistencia de nuestro país. Fuimos ola y nos convertimos en un tsunami feminista”, añadieron.
Casi dos meses cumplen varios actores sociales en manifestaciones feministas que comenzaron con la toma de una universidad en el sur de Chile y que suman en la actualidad 20 planteles de educación superior y una cincuentena de complejos de educación media.