Machismo impide igualdad al interior de la Cámara de Diputados

13 de Septiembre de 2017
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La 63 Legislatura de la Cámara de Diputados es el parlamento con el mayor número de mujeres en México (212 legisladoras) y aunque su presencia es significativa no ejercen el poder político en igualdad de condiciones que sus pares varones toda vez que no ocupan la dirección de comisiones ni aprueban leyes y reformas.

Ese fue el resultado de una investigación realizada por la profesora-investigadora del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad de Guanajuato, Aidé Hernández García, quien analizó la preparación académica de legisladoras y legisladoras federales, su experiencia partidaria y su trabajo parlamentario en el primer año de la Legislatura.

La investigación titulada “Mujeres en la política” menciona que la paridad de género hizo que en 2015 más mujeres llegaran a la Cámara de Diputados, mujeres preparadas académicamente, con experiencia partidista y legislativa.

Por tanto, el argumento de que con la cuota de género llegan mujeres sin experiencia y que no son competitivas frente a los hombres es falso.

Como antecedente, la Cámara de Diputados comenzó funciones en 2015, integrada por 42.6 por ciento de mujeres legisladoras, quienes concluirán sus trabajos en 2018.

La integración de la Cámara baja fue el resultado de la reforma constitucional en materia política-electoral promulgada en 2014 que legisló la paridad de género (50-50) en candidaturas.

Uno de los argumentos más recurrentes para cuestionar la incursión de las mujeres en política es que las mujeres electas, en este caso para ser diputadas federales, no están preparadas o no tienen experiencia en sus partidos políticos.

Sin embargo, el estudio muestra que la cultura machista no permite una igualdad sustantiva al interior de la Cámara de Diputados, a pesar de la cuota 50-50.

El trabajo de Hernández García señala que en general quienes fueron electas y electos para ser legisladores en San Lázaro durante el periodo 2015-2018 tienen un nivel académico similar.

Sólo 11.7 por ciento de mujeres y 12.8 por ciento de varones no tienen grado académico.

Las diferencias de nivel educativo son mínimas; por ejemplo, 58.2 por ciento de mujeres y 61.6 por ciento de hombres tienen licenciatura; 26.2 por ciento de mujeres y 20.9 por ciento de hombres tienen maestría; y 3.7 por ciento de mujeres y 4.5 por ciento de hombres tienen doctorado.

En un trabajo previo la investigadora analizó el caso de las diputadas de Guanajuato y encontró que quienes participaban en política eran jóvenes o mujeres de mayor edad porque durante la crianza de hijas e hijos y en cierta edad no podían ser legisladoras o participar en política porque estaban encargadas del cuidado y las tareas domésticas.

Esto ayuda a entender, explica la investigadora, por qué las diputadas federales de la 63 Legislatura federal son, en comparación con los hombres, más jóvenes.

Actualmente un 26 por ciento de diputadas federales tiene entre 31 y 40 años de edad; 15 por ciento tiene entre 51 y 60; y 9 por ciento entre 61 y años de edad, etapa donde ya cumplieron con su rol de género asignado socialmente.

Respecto a la experiencia política, Hernández García acotó que a las mujeres se les exige tener más experiencia en sus partidos y de acuerdo con la revisión de las trayectorias de los parlamentarios, la mayoría de las diputadas han ocupado cargos en el partido, mientras que los hombres no.

En el caso de la Cámara de Diputados los varones tienen menos experiencia partidaria que ellas pero los hombres tienen más experiencia en el legislativo, lo cual en opinión de la académica es lógico ya que los hombres son los que, principalmente, llegaban a estos órganos de representación política.
“Se confirma que mientras las mujeres tienen que demostrar trabajo en sus partidos, a los varones no se les exige tanta experiencia para ser candidatos, lo anterior deja ver la desconfianza que aún existe en las mujeres para ocupar estos cargos, lo cual es parte de la cultura patriarcal”, destaca Aidé Hernández.

Aunque solo 90 mujeres de 212 que fueron electas en 2015 tenían experiencia legislativa, las mujeres que se incorporaron al Congreso debido a la cuota 50-50, demostraron mayor trabajo en la creación de iniciativas que los hombres.

En el primer año, 79 por ciento de varones y 84.5 por ciento de las mujeres presentaron iniciativas.

Sin embargo, la investigadora señaló que uno de los problemas es que las mujeres aún tienen más de desconocimiento, en general, de los procesos legislativos y sigue presente una cultura patriarcal de tipo machista que favorece a los varones en las redes y en el cabildeo, tanto para lograr la presidencia de la mayoría de las comisiones como en la aprobación de sus iniciativas.

La académica encontró que en el primer año de la Legislatura, los hombres acumularon mil 14 iniciativas, de estas sólo 8.5 por ciento fueron aprobadas, por el otro lado las mujeres lograron presentar 891 iniciativas pero de estas sólo se aprobaron 5.7 por ciento.

Es por ello que Hernández García destacó que la paridad llevó a que, contrario a lo que se cree, al legislativo llegarán mujeres con experiencia y preparación académica, el reto, sostuvo, es que estén presentes en todas las comisiones y se siga combatiendo la cultura patriarcal para que mujeres y hombres tengan resultados parlamentarios similares. (Anayeli García Martínez)

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