A partir de la legislación de 2014 que elevó a rango constitucional la paridad de género, todos los partidos políticos están obligados a postular a la mitad de mujeres para cargos de elección y garantizar que no sean candidatas exclusivamente en distritos donde el partido tiene posibilidades de perder.
El objetivo de esta regla, establecida en las leyes generales de Instituciones y procedimientos electorales y de Partidos Políticos, es tener a más candidatas participando en los comicios, generar condiciones para que sean electas, y estén en los espacios donde se gobierna.
Sin embargo de cara a las elecciones de julio próximo y ante el panorama político, las mujeres que quieran participar en esta contienda para ocupar un cargo de elección popular enfrentarán condiciones de desigualdad en la competencia porque a pesar de esta legislación, aún hay actores que no están comprometidos con la paridad de género, y la posibilidad de vivir violencia política es latente.
Tan sólo durante los comicios de 2015, 2016 y 2017, las mujeres electas en ellos vivieron amenazas e intimidación; y en lo que va de este año, ya se cometieron 2 asesinatos contra aspirantes políticas. El pasado 25 de febrero fue encontrada asesinada en el municipio guerrerense de Chilapa la ex aspirante del PRI a diputada local en el distrito 25, Dulce Rebaja Pedro; y el 21 del mismo mes fue ejecutada la ex regidora, también de Chilapa, y precandidata del PRD a una diputación local, Antonia Jaimes Moctezuma.
Cabe recordar que el próximo 1 de julio se renovará la Presidencia de la República, el Senado, la Cámara de Diputados; 30 entidades Congresos, presidencias municipales, y se elegirán 8 gubernaturas.
El desafío de estas elecciones, aseguraron a Cimacnoticias investigadoras e integrantes de la Red Politólogas #NoSinMujeres, Flavia Freidenberg y Adriana Báez Carlos, será apoyar realmente a las militantes y sus campañas, no sólo darles candidaturas.
NUEVAS REGLAS, MISMOS ACTORES
En entrevista con Cimacnoticias la doctora en Ciencia Política por la Universidad de Salamanca y Máster en Estudios Latinoamericanos por la misma Universidad, Flavia Freidenberg, explicó que a pesar del marco legal los partidos políticos aún se “resisten a cumplir con las reglas del juego que ellos mismos se impusieron”.
Recordó que hoy los partidos no pueden postular mujeres y después obligarlas a renunciar cuando ganan para ceder su cargo a un suplente varón -como ocurrió en la elección de 2009-; tampoco pueden hacerlas candidatas donde el partido va a perder o argumentar la postulación mayoritaria de hombres como resultado de procesos de selección internos.
En opinión de la investigadora Flavia Freidenberg, todo el tiempo se crean nuevas estrategias de resistencia a la paridad, y ejemplificó que ahora los partidos no eligen a militantes, invitan a mujeres a ser candidatas dependiendo de su pertenencia a grupos o sus lazos familiares, económicos o de sumisión y hasta hacen “pactos de caballeros” intercambiando mujeres.
Es por ello que tanto el Instituto Nacional Electoral (INE) como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) han actuado a través de acuerdos y sentencias que según la investigadora Freidenberg, servirán para que este año, las mujeres estén más presentes en la política.
Para estas elecciones el INE acordó que 50 por ciento de las listas de candidaturas al Senado de cada partido o coalición por los principios de mayoría relativa (voto directo) deben ser encabezadas por mujeres y que las listas de candidaturas por el principio de representación proporcional (pluris) deben encabezarse por una fórmula integrada por mujeres.
En estas elecciones también existe otra novedad, habrá candidaturas independientes y reelección, por lo que la también investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) resaltó que no sólo las leyes garantizan el principio de paridad, hay gente que trabaja en el monitoreo constante de que estas reglas se cumplan.
Mencionó que en México ha sido fundamental las redes de mujeres, observatorios creados por organismos electorales locales, académicas y defensoras de los derechos de las mujeres que están comprometidas con impulsar la participación de las mujeres, algo que hace la diferencia con otros países que buscan la construcción de una democracia paritaria.
VIOLENCIA FRENA IGUALDAD
Para la socióloga y doctora en Ciencia Política, Adriana Báez Carlos, la paridad implica violencia directa contra las mujeres como se registró en 2015, particularmente en localidades donde compitieron por cargos edilicios.
Entre los casos de violencia contra aspirantes o candidatas que salieron a la luz, está el del municipio de San Bartolo Coyotepec, Oaxaca, donde en 2013 se impidió que las mujeres fueran candidatas para integrar el Ayuntamiento de ese municipio; o la amenaza contra la precandidata del PAN a la alcaldía de Aguascalientes, Alma Hilda Medina Macías, que en 2016 recibió una corona fúnebre con la leyenda “descansa en paz”.
La también docente del Centro de Estudios Políticos, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, recordó que estos casos hicieron que en 2016 las autoridades electorales elaboraran un protocolo para atenderlos, instrumento que en 2017 se actualizó para hacer frente a la violencia en el contexto electoral.
A la fecha 29 de las 32 entidades (75 por ciento) incluyeron en su legislación electoral o en su Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia el término de violencia política contra las mujeres, pero sólo en Oaxaca, Estado de México y Veracruz es un delito penal.
De acuerdo con la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (FEPADE), de 2013 al 31 de diciembre de 2016 se iniciaron 416 expedientes de violencia política por razones de género (averiguaciones previas y carpetas de investigación).
Pero las dificultades para las mujeres no terminan en las elecciones, afirmó la doctora Adriana Báez, quien señaló que una vez superada esta etapa, deberán inspeccionarse las condiciones que enfrentan cuando llegan a los puestos de elección. (9Anayeli García Martínez y Hazel Zamora Mendieta