"Porque las mujeres abortamos, aborto libre ahora"

05 de Agosto de 2016
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Disminuyen considerablemente abortos en Texas en 2015
Disminuyen considerablemente abortos en Texas en 2015
Santiago de Chile, agosto (SEMlac).- Tras el eslogan "Porque las mujeres abortamos, aborto libre ahora", alrededor de 10.000 personas marcharon por esta capital convocadas por la Coordinadora Feministas en Lucha, para exigir aborto libre, más allá de las tres causales debatidas en el proyecto que actualmente se tramita en el Parlamento.

La cantidad de asistentes a esta convocatoria ha ido en alza desde el 2013, primer año en que se realizó, lo que demuestra que la idea del derecho a interrumpir los embarazos en todos los casos que las mujeres así lo decidan es una noción cada vez más colectiva, sobre todo entre las nuevas generaciones que eran la mayor parte de la movilización, cuestión ratificada por las encuestas y que se contradice con la legislación chilena que penaliza el aborto en todos los casos.

La movilización se realizó además este año en ciudades como Iquique, Antofagasta, Copiapó, Valparaíso, Curicó, Chillán, Concepción, Temuco, y Valdivia, a partir de iniciativas de feministas locales, lo cual evidencia que el proyecto actualmente en debate resulta insuficiente para las necesidades de las mujeres chilenas.

Para la Coordinadora Feministas en Lucha, esa normativa es "un piso mínimo pero insuficiente en nuestra lucha para el aborto libre".

Hillary Hinner, activista de esa organización, indico a SEMlac que incluso en el caso de "una ley que sólo cubriría alrededor del tres por ciento de todos los abortos en Chile, la paralización por parte de los partidos de derecha y la Iglesia, en conjunto con algunos políticos más conservadores de la Nueva Mayoría -en particular del Partido Demócrata Cristiano, como Soledad Alvear- es bien llamativa, y nos recuerda que marchas así siguen siendo bien necesarias como para visibilizar un sector de la población".

Las cifras

Según datos de la Cepal, 97 por ciento de los países del mundo permite el aborto para salvar la vida de la mujer y solo un tres por ciento de países lo mantiene completamente penalizado, porcentaje en el que se encuentra Chile junto a otros cinco estados en el mundo: El Salvador, Honduras, Nicaragua, Malta y El Vaticano, contraviniendo además los acuerdos internacionales firmados y ratificados por Chile como Belem do Pará, que estipula claramente que las mujeres no deben ser criminalizadas por abortar.

Las encuestas señalan que más de 70 por ciento de las mujeres está de acuerdo con despenalizar esa práctica en las tres causales propuestas por el proyecto de ley. En el estudio realizado por Corporación Humanas a fines del 2014, un 79 por ciento estuvo de acuerdo cuando corre riesgo la vida de la mujer, el 74 cuando un hijo tiene pocas probabilidades de sobrevivir al parto, y casi un 73 si el embarazo es resultado de una violación.

En este mismo estudio, un 52 por ciento de las mujeres que viven en Chile considera que el aborto no es un delito y, por tanto, no debiera criminalizarse, y una de cada tres admite haberse practicado un aborto o conocer a alguna mujer que lo haya hecho.

La activista Hinner agregó que la Coordinadora Feministas en Lucha "apoya la despenalización total del aborto porque reconocemos que es un asunto milenario; las mujeres abortamos y lo seguiremos haciendo, con o sin "permisos" entremedio".

"Al hablar de libre, seguro y gratuito, eso nos lleva hacia un panorama donde no sólo tenemos el derecho a decidir por nosotras mismas, sino también de decidir qué tipo de aborto y en cuáles condiciones, pero sobre todo en condiciones dignas, higiénicas y acordes con las expectativas de la mujer. La CFL rechaza categóricamente la idea de que existan algunas mujeres más "merecedoras" de abortos", afirmó.

El aborto en Chile fue permitido con fines terapéuticos desde los años 30 del siglo pasado y hasta el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, tiempo en el que bastaba una junta médica para decidir interrupciones que -en la práctica- incluso podían realizarse por problemas socioeconómicos.

En 1989 la dictadura de Pinochet modificó la legislación para hacerlo ilegal y punible en cualquier caso, cuestión que se mantiene hoy -27 años luego de recuperada la democracia- con lo cual quedan expuestas las mujeres que lo practiquen a entre tres y cinco años de prisión.

Causales
Actualmente, se encuentra en debate un proyecto de despenalización del aborto bajo tres causales: violación, riesgo de vida de la mujer e inviabilidad fetal, iniciativa que se encuentra en el Senado, y que ha implicado que, por primera vez, se realice este debate en el Parlamento desde la penalización total del aborto, tramitación que evidencia un retraso a pesar de ser parte de las promesas de campaña de la actual presidenta Michelle Bachelet.

Para Claudia Dides, de Miles Chile, el "proceso de la discusión del proyecto ley es muy lento. Esto, a mi juicio, se debe a dos cuestiones: por un lado, las tensiones expresadas al interior de la Nueva Mayoría, y por otro, la falta de urgencia del ejecutivo. Es incomprensible que un proyecto de ley que tiene el apoyo del 70 por ciento de la ciudadanía y que ya fue aprobado en la Cámara de Diputados no se apruebe".

Añadió a SEMlac que las "únicas perjudicadas con todo este retraso son las mujeres chilenas. Nosotras seguimos recibiendo llamados de mujeres que no se pueden practicar un aborto en las causales que señala el proyecto de ley".

Para Claudia, es importante tener en cuenta que en el "contexto latinoamericano solo hay dos países que el aborto es libre, que no tiene causales Uruguay y Cuba, además de Ciudad de México. En el resto de las naciones se discuten diversas causales como un mínimo ético y humano para que las mujeres no pongan en riesgo su vida y su salud".

Sin embargo, en opinión de Hillary, las causales son insuficientes y cualquier "argumento que se plantea frente esa pregunta a favor de las restricciones, para nosotras, va a ser inevitablemente paternalista, moralista, y patriarcal. Ahí nuestro problema de fondo con las tres causales y de ahí sale también esta idea de "infinitas causales", porque confiamos en las mujeres y su capacidad de tomar decisiones sobre sus propias vidas".

Ello porque la prohibición en Chile significa que se presenta una desigualdad entre las mujeres de distintas clases sociales, puesto que en la actualidad "las mujeres con plata ya pueden tener acceso a abortos seguros en clínicas privadas, mientras las pobres no", por lo que "si llegáramos a aprobar una ley de aborto libre, las mujeres dentro del sistema público de salud también deberían tener una cobertura total para los abortos, con pastillas y quirúrgicos, incluyéndolos dentro de los servicios de salud reproductiva disponibles para la mujer a lo largo de su vida", indicó Hinner.

Apoyo al aborto con pastillas

En la actualidad la mayoría de los abortos clandestinos han pasado de ser quirúrgicos a realizarse con pastillas, por medio del Misotrol, medicamento que se vende en farmacias pero bajo receta médica.

Por eso algunas organizaciones feministas a favor del aborto en todos los casos que la mujer así lo decida, han puesto sus esfuerzos en difundir información respecto de cómo utilizar estos medicamentos de forma segura, o acompañando a las mujeres ya sea de forma telefónica o personal cuando deciden interrumpir sus embarazos con este método.

Así, la Línea Aborto Libre de lesbianas y feministas recibe, entre las 20 y las 23 horas de la noche de lunes a viernes, horario en el que funcionan, de 10 a 15 llamadas diarias de mujeres y adolescentes que requieren información respecto de cómo usar el Misotrol,. Para entregar información más completa, esta organización elaboró el Manual "Aborto con Pastillas", que puede descargarse libremente.

En la misma línea está la Campaña Miso Pa' Todas, lanzada en mayo de este año para exigir que todas las mujeres tengan acceso a estos medicamentos, como una forma más segura de abortar, y que incluyó un video y acciones en 10 regiones del país.

De la misma forma recientemente se lanzó el Cuaderno de Cuidados, que también puede descargarse libremente y fue editado por Adelitas y Mansa Ballena, organizaciones feministas de Chile y Argentina, el cual se centra en describir los cuidados que las mujeres que deciden abortar con pastillas deben tener antes, durante y después de la interrupción, con la premisa de quienes deciden abortar deben recibir los mismos cuidados que las que deciden parir. Por: Tamara Vidaurrázaga Aránguiz

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