Un tercio de las niñas y adolescentes se ha casado o unido en edades tempranas con adultos 10 o más años mayores que ellas, lo que constituye un delito de abuso sexual, según el artículo 396 de la Ley 136-03.
Además, 37 por ciento de las mujeres entre 20 y 24 años han estado casadas antes de los 18 años de edad y 12 por ciento antes de los 15 años, según la encuesta ENHOGAR MICS 2014, que sitúa a Dominicana con las tasas más altas de matrimonio infantil de Latinoamérica y El Caribe.
Rosa Elcarte, representante de dicho organismo internacional en el país, recordó que "la pobreza es uno de los principales factores que favorece al matrimonio infantil. Asimismo, un ambiente familiar con violencia sicológica, física y sexual empuja a que las niñas salgan de casa y se unan a un hombre creyendo erróneamente que van a tener una vida mejor".
"También favorecen esta problemática, las pautas culturales machistas que dificultan el desarrollo de las niñas y adolescentes y promueven estas uniones con hombres adultos como único plan de vida de las niñas, especialmente si son pobres", dijo.
Las estadísticas de ENHOGAR MICS 2014 sustentan las historias de niñas y adolescentes dominicanas, encarnadas en "La Peor Novela" por dos personajes, Kenia y Paola, cuyas experiencias son narradas en forma de capítulos de telenovelas y presentan sus vidas, una de ellas en zonas rurales, donde con apenas 14 años se une a un hombre de 55 años para, supuestamente, hallar un mejor futuro, tanto para su madre soltera como para ella.
Violencia sicológica, física y sexual en el hogar se reflejan en esta obra que será emitida por los principales canales de la televisión nacional en microcapítulos de un minuto de duración.
Si bien el matrimonio infantil puede ser formal --cuando se celebra legalmente ante un oficial de registro civil-- o informal --cuando la pareja vive junta sin el acto legal, a lo que se le denomina unión temprana--, en ambos casos las niñas se consideran casadas y las dos modalidades implican graves violaciones a sus derechos que condicionan su desarrollo y se transmiten a sus hijos; sin olvidar que el matrimonio infantil forzado tiene una fuerte vinculación con el embarazo adolescente, tal y como subrayó Elcarte.
El estudio realizado por Unicef, denominado "Impacto económico del matrimonio infantil y las uniones tempranas en República Dominicana", expone que "las niñas casadas o en unión temprana son más propensas a la violencia de género, a abandonar la escuela, a tener un mayor número de hijos que las que se casan después de los 18 años y a permanecer en la pobreza".
De igual manera se concluye que el matrimonio infantil y las uniones tempranas son la causa de dos de cada tres adolescentes que tienen hijos.
La representante de Unicef agradeció de manera especial el compromiso y dedicación de Felipe Pagés, de publicitaria Pagés BBDO y su equipo, por el apoyo para el desarrollo de esta campaña; a Jatnna Tavárez, embajadora de Unicef y su Consejo Consultivo, así como al cantante Manny Cruz, quien se hizo cargo de la música que acompañará estos relatos, haciendo una adaptación de la letra de la canción Tarde.
Un sondeo de hogares publicado por CNN, bajo el título: "Me casé porque necesitaba huir de mi casa: el drama de los matrimonios infantiles en República Dominicana", publicado el pasado 23 de marzo en su sitio web, apunta que "el 14 por ciento de las adolescentes ha tenido uno o dos embarazos entre los 14 y los 17 años".
"De las 10 niñas que entrevistamos (a profundidad), nueve están embarazadas, y como se sabe, somos el quinto país de América Latina en índices de natalidad. El hecho de que las niñas asuman una relación a tan temprana edad perpetúa aún más el ciclo de violencia de género y violencia en contra de estas niñas en específico", detalla el texto.
Concluye dicho material que las mayores causas para los matrimonios forzados en República Dominicana están dados por la exclusión económica en que viven las niñas, adolescentes y sus familias; convivir con familias autoritarias con pautas comunicacionales violentas; desarrollar aprendizaje del amor como control; y escasa exposición a procesos educativos transformadores de las visiones tradicionales del género, la afectividad y reproducción en la casa, la escuela y el entorno comunitario; acceso limitado a servicios amigables en salud sexual y reproductiva.
También inciden espacios comunitarios que no consideran la visibilidad, el empoderamiento y participación de las niñas adolescentes; exposición constante a productos comunicacionales que refuerzan estereotipos; embarazos tempranos y violencia de género y la poca o nula orientación sobre seguridad, que repercute de forma importante en el drama de estas niñas. (Mercedes Alonso Romero)