Contenta porque se haya logrado por primera vez en la historia del país la paridad de género en el que será el próximo Congreso, la activista y feminista Elizabeth García Rivera asegura que si bien se logró lo que por tantos años han luchado diversas generaciones de mujeres, de nada servirá si no se cristaliza los temas de género.
En entrevista con Notimex, indicó que la agenda de mujeres está llena de preocupaciones que se han mantenido durante décadas como el respeto al derecho a la salud, a la salud reproductiva, a la disminución de mortalidad materna y el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.
“La expectativa de un nuevo gobierno es esa, tener esa política, una política diferente que permita acceder a los derechos que por durante años se han negado”, comentó.
Recalcó que con la paridad de género que puso su primera piedra el 3 de julio de 1955, cuando la mujer votó por primera vez en México, no habrán más mesas y estrados con la única presencia de los hombres.
“Todas las mujeres que decidimos o no meternos en política estamos pendientes de cuáles son esas carencias que tenemos en alimentación, salud, acceso a la educación, etcétera y sabemos que hay una limitante para acceder incluso a recursos e ingresos, pero ahora vamos a allanar esos caminos”, confió.
García Rivera, quien también es parte del comité organizador del Primer Encuentro Nacional de Candidatas Electas y Movimiento Amplio de Mujeres que se realiza en las instalaciones del Sindicato Nacional de Trabajadores del IMSS, mencionó que las próximas legisladoras deberán poner especial atención en los temas de seguridad, feminicidios y violencia.
“El que se reconociera la violencia doméstica en los noventas fue un proceso de las mujeres activistas que estuvimos pendientes para que se lograra tipificar en los códigos civil y penal. También pasaron años para que se tipificara el feminicidio, entonces eso y la alerta de género que no todos los estados la tienen, deberá ser parte de las agendas”.
La también economista, refirió que en el ámbito social será necesario modificar la manera de entender las necesidades de la población femenina, ya que no se deberán arreglar ya con asuntos paliativos asistencialistas, sino con una completa política de apoyo para resarcir carencias y desigualdades.
“Ahí están también los temas candentes de los puestos de decisión, el nivel de salario, sobre ese techo de cristal donde parece que las mujeres no accedemos”, lamentó.
La Legislatura LXIV mantendrá en la Cámara de Diputados poco más del 50 por ciento de hombres y 49 por ciento de mujeres, mientras que en el Senado de la República el 51 por ciento serán mujeres y 49 por ciento hombres.