La Haya, noviembre (SEMlac). (Imagen Ilustrativa/depositphotos) La política exterior feminista no puede quedarse en un concepto teórico; tiene que convertirse en un instrumento para lograr mejoras tangibles para los derechos de las mujeres y de personas con diferentes orientaciones sexuales e identidades de género, concluyeron participantes de una conferencia celebrada en La Haya, Países Bajos, el 1 y 2 de noviembre.
La Conferencia sobre la configuración de la política exterior feminista (SFFP 2023, por sus siglas en inglés) reunió a más de 750 personas de organizaciones de la sociedad civil, la academia y los gobiernos de más de 40 países del mundo, quienes participaron en tres sesiones plenarias, 13 sesiones de trabajo, 25 stands para intercambios y tres exposiciones de arte.
"Conocimiento e inspiración, nuevas conexiones, orientación práctica y energía renovada para crear una política exterior feminista sólida" fueron algunos de los resultados, según la declaración final del evento, publicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de los Países Bajos.
"En estos tiempos complejos, es difícil no sentir que la marea está en nuestra contra. Nos enfrentamos a una reacción global contra los derechos de las mujeres y los derechos de las personas LHGBTIQ+; y también contra la salud y los derechos sexuales y reproductivos. Pero, aun así, creo que la mejor respuesta a esto es el optimismo", dijo durante la inauguración de la cita Liesje Schreinemacher, ministra holandesa de Comercio Exterior y Cooperación al Desarrollo.
Schreinemacher subrayó también la importancia de la cooperación con respecto a los derechos de las mujeres y la igualdad de género, en busca de demostrar que el feminismo sí es una solución. "Pero no lo podemos hacer solos", precisó.
México será sede de la próxima conferencia, en 2024, que también dará seguimiento a un evento organizado durante la Semana de Alto Nivel del 78º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en septiembre de 2023, considerado antecedente directo de la cita de La Haya.
En la ONU se reconoció la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, en toda su diversidad, como esenciales para implementar la Plataforma de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Mujer de Beijing; pero también para promover, proteger y cumplir los derechos humanos, la paz y la seguridad en todo el mundo y lograr avances en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
El encuentro reconoció la necesidad de que los países adopten enfoques feministas, interseccionales y transformadores de género en sus políticas exteriores, en estrecha cooperación con la sociedad civil y los movimientos feministas.
Los puntos críticos
Precisamente la paz, el financiamiento a las organizaciones de la sociedad civil y activistas feministas y la compresión de la diversidad que existe en países y regiones fueron identificados como puntos críticos para poder avanzar en la agenda.
Para la doctora María Al-Abdeh, identificada como una de las embajadoras de la Conferencia, las soluciones fuertemente militarizadas y masculinas a los conflictos y la violencia en general "no nos han llevado a ninguna parte; no han beneficiado a nadie, excepto al comercio de armas y a la industria del armamento", señaló.
"Es hora de pensar, realmente, a través de lentes feministas", insistió Al-Abdeh, directora ejecutiva de Women Now For Development, la mayor organización siria de derechos de las mujeres.
"Cada vez más gobiernos se han comprometido con la puesta en práctica de una política exterior feminista, de manera integral o bien desarrollándola en el ámbito de la cooperación al desarrollo o de la diplomacia, explica Manuela Mesa, Codirectora del Instituto Universitario DEMOSPAZ, en la Universidad Autónoma de Madrid, en su artículo "Política Exterior Feminista: un proceso en conformación en Europa y América Latina".
"Sin embargo, el significado teórico y práctico de esta medida sigue siendo vago y controvertido y requiere de un análisis sobre las condiciones previas, los contextos en los que se aplica y las implicaciones que conlleva", precisa la especialista.
Para ella, el hecho de que una política oficial de un país haga referencia al feminismo supone un desafío a las formas tradicionales de pensar y a los patrones políticos establecidos, algo que puede ayudar a reevaluar las prioridades políticas y su coherencia, pero también corre el riesgo de que la intención se quede en enunciado.
"Tenemos instituciones muy patriarcales en nuestros países. Realmente, creo que tenemos que acudir a esas instituciones con la clara convicción de que estamos allí para cambiar la forma en que funcionan. Si no, ninguna política va a avanzar", dijo a SEMlac Mónica Alemán, directora del Programa Internacional para el trabajo de Justicia de Género, Racial y Étnica en la Fundación Ford.
"El mensaje más importante que escuché aquí es que hay que merecer la etiqueta feminista. No eres feminista sólo porque lo dices, sino que eres feminista porque haces cosas feministas", comentó, por su parte, una de las participantes en el video resumen del evento.
Para Happy Mwende Kinyili, codirectora ejecutiva de Mama Cash, sin financiamientos flexibles y bien dirigidos no habrá políticas feministas.
"A veces tengo conversaciones con financiadores que dicen: 'Ah, pero no hay grupos que puedan recibir nuestra financiación'. Y yo digo que eso es un montón de tonterías", afirmó Mwende, quien representa a uno de los fondos internacionales más antiguos entre los que canalizan apoyo financiero para la agenda de género.
"Sobran necesidades y sobra burocratismo. Creo que es realmente importante reunir a toda la sociedad civil y los gobiernos para discutir estos temas todos juntos", precisó.
En tanto, Mike, un estudiante de Relaciones Públicas en la Universidad de Zambia y también embajador de SFFP 2023, considera que "el poder real nunca se otorga gratuitamente; es necesario tomarlo".
"Por eso debemos apoyar a las mujeres y las niñas, para que asuman ese poder. Y entender que la política exterior feminista no se trata sólo de mujeres, necesitamos todos los géneros. Por eso estoy muy feliz de ver a tantos hombres activos asumiendo su responsabilidad", agregó el también presentador de radio y activista, quien fundó una organización sin fines de lucro dirigida por jóvenes, que brinda asistencia a niñas vulnerables de la comunidad y aboga por los derechos de salud reproductiva de niñas y niños adolescentes.