Esas brechas fueron reveladas en el informe “Igualdad de género en la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, el primero de su tipo realizado en Naciones Unidas.
Según dijo a Prensa Latina la autora principal del reporte y jefa de la sección de Investigación y Datos de ONU Mujeres, Shahra Razavi, Latinoamérica y el Caribe presenta varias señales de mejoras en temas de empoderamiento.
Esta área experimenta el más alto incremento en términos de empleo y participación femenina en la fuerza laboral que se reportó en las regiones en desarrollo durante la última década, indicó.
La tendencia constituye un indicador de los cambios positivos en América Latina y el Caribe, no solo en lo referido al empleo sino también en cuanto a la enseñanza, enfatizó.
Uruguay -país en el cual existe uno de los casos de estudio reseñados en el informe- figura entre los líderes de la zona al proporcionar importantes servicios de educación, capacitación y puestos de trabajo, ahondó.
De acuerdo con Razavi, poco a poco se están cerrando las brechas de género, pero todavía persisten en la región las desigualdades entre mujeres y hombres, precisó la especialista en investigación e información de ONU Mujeres, Ginette Azcona.
La inclusión de indicadores de pobreza se encuentra entre las novedades que recoge el reciente informe y que no se habían incluido en otros anteriores, detalló.
Por ejemplo -dijo- en lo relacionado a la edad del primer trabajo, la brecha entre hombres y mujeres es mayor en Latinoamérica y el Caribe que en cualquier otra zona.
En tanto, 32 por ciento de las mujeres en Latinoamérica vive con menos de un dólar y 90 centavos al día, cuando a nivel mundial la estadísticas es del 22 por ciento, añadió.
Para la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, los avances en temas de igualdad de género y empoderamiento femenino siguen sin alcanzar a quienes más los necesitan.
Además, recalcó, las mujeres son más propensas que los hombres a padecer pobreza extrema y también tienen menos acceso a los servicios de primera necesidad debido a las inequidades de género, alertó.
Mlambo-Ngcuka señaló que la igualdad de género puede ser un catalizador para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“A menos que se acelere considerablemente el progreso en materia de igualdad de género, la comunidad internacional no podrá cumplir con la promesa de no dejar a nadie atrás. Esta es una llamada urgente a la acción y el informe hace recomendaciones sobre qué camino tomar”.
En ese sentido, llamó a reforzar la implementación de políticas públicas que las beneficien a ellas.
La atención de salud para las mujeres y su descendencia, la necesidad de un empleo decente y el respeto a sus derechos son algunas de las prioridades a tener en cuenta ahora, según indica el reporte, añadió. Aún se necesitan más estadísticas sobre el tema, pues existen muy pocos datos a nivel global y los que hay son de fechas muy recientes, ahondó la directora ejecutiva de ONU Mujeres.
“Esta organización busca escuchar y hacer oír las voces de todas las mujeres del mundo, sobre todo en aquellos lugares donde no pueden hablar por sí mismas'. Dos años y medio después de la adopción de la Agenda 2030, ONU Mujeres elaboró un informe para examinar desde una óptica de género el progreso alcanzado y los desafíos pendientes para la implementación de los ODS.
En 89 países con datos disponibles, el número de mujeres y niñas que viven en condiciones de pobreza asciende a 330 millones.
Asimismo, más del 50 por ciento de las mujeres y las niñas en medios urbanos de las naciones en vías de desarrollo carecen de al menos uno de estos recursos: acceso al agua limpia, instalaciones sanitarias mejoradas, una vivienda durable y espacio suficiente para vivir.
En tanto, una de cada cinco mujeres menores de 50 años de edad sufrió violencia física o sexual a manos de su pareja en los últimos 12 meses, arrojaron las estadísticas mundiales.
Todos esos datos están recogidos en el reporte de ONU Mujeres que identifica brechas y oportunidades para la igualdad de género en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, el primero de su tipo realizado en Naciones Unidas.
Como destacaron sus autoras, el informe demuestra la naturaleza generalizada de la discriminación en contra de las mujeres y las niñas, por ello uno de sus acápites recomienda medidas para abordar el problema.
El logro de la igualdad de género no resulta solo un objetivo importante en sí mismo, sino que es además un factor capaz de acelerar el cumplimiento de la Agenda 2030 y de un futuro sostenible para todas las personas, subraya el documento.
Por ejemplo, en el informe se muestra que la reducción de la carga de cuidados no remunerados para las mujeres mediante el acceso a servicios de ese tipo gratuitos y universales les permitiría acceder a más oportunidades de empleo.
Del mismo modo, propiciaría la creación de trabajos en el sector de los servicios sociales y mejoraría los resultados en salud y nutrición infantil.
Tal y como insiste el informe, no se trata solo de un asunto de mujeres: la equidad de género impacta en todos los sectores y esferas de la sociedad a escala global.
*Corresponsal Jefa de Prensa Latina en Naciones Unidas (Ibis Frade)