Por ello se necesitan estudios para definir un mínimo estándar que dignifique esta labor, que tome en cuenta la situación económica, la carga de trabajo y la tasa de vida de la población, entre otros factores. Además, se debe considerar la diversidad de formas de contratación.
De acuerdo con información de la máxima casa de estudios del país, ocho de cada 10 trabajadoras del hogar no están afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la misma proporción no tiene pensión de retiro y siete de cada 10 son de ascendencia indígena.
Además, siete de cada 10 no tiene ninguna prestación formal y nueve de cada 10 trabaja sin un contrato escrito, de acuerdo con datos del Sindicato Nacional de Trabajadoras del Hogar, precisó la institución en un comunicado.
Información del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) señala que en el país existen 2.3 millones de personas dedicadas a desempeñar trabajo doméstico.
Para ellas, el marco jurídico nacional es discriminatorio debido a que establece diferencias injustificadas en el acceso a los derechos de personas que desempeñan trabajo doméstico; al respecto, destacan jornadas de 12 horas y la imposibilidad de contar con seguridad social y otros beneficios.
Sin embargo, de acuerdo con una entrevista previa de Notimex con el titular de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), Gibrán Ramírez, el panorama para la inclusión de las trabajadoras del hogar en la seguridad social es un poco más claro.
Lo anterior, debido al mandato de la Suprema Corte para la ratificación por parte del Senado el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que podría quedar en el corto plazo.
Dicho convenio ha sido ratificado ya en 13 países de Latinoamérica como Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Ecuador por mencionar solo algunos en los que de acuerdo con la OIT se ha comprobado que la formalización del trabajo en el hogar es un mecanismo efectivo para la inclusión social.
Según Mercedes Pedrero, especialista del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, las trabajadoras del hogar constituyen uno de los sectores que enfrenta mayor discriminación racial y social, lo que se ve reflejado en los bajos salarios y la falta de protección; se trata de un gremio que labora de forma aislada y sus condiciones son más precarias.
La también consultora de Naciones Unidas detalló que en el país existe incapacidad legal para protegerlas; además, “la situación se ha empantanado porque se piensa en una relación obrero-patronal común y corriente, como si el hogar fuera una gran empresa y eso no es viable para una familia”.
Lo anterior, precisó, se suma a los bajos salarios debido a la inexistencia de una estandarización sobre cuánto se debería pagar; en Europa, ejemplificó, su remuneración es de nueve euros, lo que equivale a más de 190 pesos por hora; mientras que en Estados Unidos, se paga 9.28 dólares, que son más de 175 pesos por hora, y en México el pago es por jornada laboral, la cual puede ir de las seis hasta las 12 horas.
“Quienes protegen a sus trabajadores domésticos suelen hacerlo de forma particular, pues el Seguro Social, además de los trámites, es muy costoso para el empleador. Para el tipo de salario que se otorga no se puede cumplir fácilmente con las cuotas”, afirmó Pedrero Nieto.
Información de la máxima casa de estudios refirió que de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017, realizada junto con el Conapred, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, aplicada por el INEGI, este segmento enfrenta discriminación y desigualdad social.
Así, en México, 87.7 por ciento de las trabajadoras del hogar carecen de prestaciones laborales como seguro social, aguinaldo o vacaciones y 57.1 por ciento considera que sus derechos son respetados de poco a nada.
Ello, se suma a la falta de prestaciones laborales, con 48 por ciento de la proporción, así como malas condiciones laborales, con 32 por ciento, y el maltrato o abuso de sus empleadores, con 19.4 por ciento.