Derecho de mujeres debajo de la política moralista, dicen feministas

04 de Julio de 2016
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México, julio (SEMlac).- La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) negó un proyecto mediante el cual se buscaba que se declarar inconstitucional el delito de aborto y reconocer el derecho de las mexicanas a decidir sobre la interrupción del embarazo.

De esta manera, sostiene Yndira Sandoval Sánchez, integrante del comité coordinador de Las Constituyente CDMX, la Corte mexicana perdió la posibilidad de hacer historia, pues declararía discriminatorios e inconstitucionales los artículos 332 y 334 del Código Penal Federal, que criminalizan a las mujeres que abortan pese a que su vida corre peligro.

Lamenta además el despliegue que hicieron la derecha y la ultraderecha con mujeres, incluso embarazadas, a las afueras de la SCJN.

En entrevista para SEMlac, aseguró que la negación, de tres contra uno, al proyecto presentado por el ministro de la SCJN Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, significa para las mexicanas la persistencia de la desigualdad y el riesgo para la salud.

"Nuestras vidas seguirán por debajo de la política moralista y machista, sin duda alguna, y representa un desafío increíble para seguir luchando por el tipo de justicia que queremos, la misma que hasta hoy no reconoce los derechos humanos de las mujeres", precisó.

Sandoval Sánchez añadió que aunque la resolución de la SCJN no representa un retroceso, sí es una amenaza al no transitar hacia condiciones igualitarias.

Explicó que pese a las tareas de cabildeo realizadas por Las Constituyentes de la CDMX, el grupo 24A Vivas nos Queremos, y organizaciones feministas diversas, con quienes integran la Primera Sala, no dejaron pasar el proyecto del ministro Zaldívar que significaría la despenalización del aborto en todo el país, incorporando la causal de la solicitud de interrupción del embarazo en un tiempo cercano a la concepción.

Es decir, agrega, desecharía los artículos que prohíben hasta hoy el aborto y la decisión de las mujeres.

Y es que la Primera Sala de la SCJN discutió la revisión de amparo 1388/2015, presentado a raíz del caso de Margarita Pino Salazar, de 41 años, a quien se le negó el aborto pese a que éste ponía en riesgo su vida, por diversas complicaciones de salud que presentaba.

El ministro Zaldívar recordó que la falta de esta garantía para las mujeres las lleva a practicar abortos clandestinos, amén de ser la causa de la muerte materna en el 8,9 de los casos en México. "Un escenario lamentable desde cualquier perspectiva", dijo.

Votaron en contra la ministra Norma Lucía Piña Hernández y los ministros José Ramón Cossío Díaz y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. El ministro Jorge Pardo no se encontró en la sala.

Sandoval Sánchez reiteró que persisten las resistencias políticas, económicas, de género, identitarias, considerando que el 40 por ciento de las mujeres que abortan, de acuerdo con las leyes de la Ciudad de México, provienen de otras partes del país. "Habrá quienes puedan abortar en una clínica privada, pero no todas tienen esa posibilidad", reitero.

La SCJN explicó que el proyecto será retornado a un integrante de la mayoría para que presente una nueva propuesta.

En las afueras de la Corte, las organizaciones manifestaron su preocupación por lo que sucedería, además de demandar que la sentencia se diera dentro de los principios de laicidad, libertad de las personas y el derecho a la propiedad como derechos humanos fundamentales.

Explicaron que la realización de un aborto es una decisión justificada por múltiples circunstancias y nadie las conoce mejor que las mismas mujeres. Ellas saben sus condiciones, debilidades y limitaciones, que pueden ser del tipo económico, físico, emocional, y psicológico o cualquier otro.

Vestidas en tonos lila y morado, se pudieron ver carteles con consignas como, ¡Respeto al Estado laico!.

"El Aborto seguro mejora la calidad de vida de las mujeres #InterrumpirSalvaVidas, #VivasNosqueremos, La ligadura de trompas falló, 48 años, embarazo Alto Riesgo.

Del lado contrario también estuvo presente la derecha y la ultraderecha, que utilizaron a mujeres embarazadas a quienes se les practicaban ultrasonidos y mediante altavoces dejaban escuchar los latidos del corazón de los aún no nacidos. Por: Soledad Jarquín y Antonio Escobedo

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