El Tribunal de Ejecución de la Pena de San Cristóbal, municipio cabecera de la provincia homónima, ubicada a unos 45 minutos de la capital, acogió los argumentos del Ministerio Público, en los cuales quedó claro que el reo Alberto Cabrera no merece el otorgamiento de libertad condicional, "en virtud de que no está en condición de reintegrarse a la sociedad y por no estar arrepentido de los hechos cometidos".
Víctimas sobrevivientes y parientes directos de las jóvenes asesinadas participaron en la audiencia, donde la jueza Katherine Rubio dispuso que el imputado, quien tiene cumplidos en prisión 15 años y tres meses de la pena máxima de 30 años, deberá permanecer en el Centro de Corrección y Rehabilitación de Najayo Hombres, en San Cristóbal, hasta saldar el total de la condena.La jueza Rubio señaló la importancia vital de luchar contra la violencia de género y recordó las muertes y abuso físico y psicológico irreparables, perpetrados contra estas mujeres; a la vez que subrayó que Cabrera Jiménez representa un peligro para las sobrevivientes y para la sociedad misma.
Las autoridades condenaron a Luis Alberto Cabrera Jiménez por los crímenes de María Mercedes Doñé Brito, de 21 años; Mireya García de la Rosa, de 29, y Brenny Alnaica Féliz Cuello, de 20.
Además, fue encontrado culpable de haber violado a Gensys Georgina Hernández Cuevas, María Inmaculada Meregildo Duarte y Virginia de la Cruz Pérez, quienes recibieron múltiples golpes y puñaladas, pero lograron salvar la vida al hacerle creer al criminal que estaban muertas.
Los hechos tuvieron lugar en el año 2002, cuando Luis Alberto Cabrera se hacía pasar por chofer de carro público, a fin de abordar en las calles del Gran Santo Domingo a sus víctimas, quienes una vez dentro del vehículo no podían salir debido a un mecanismo interno que se los impedía. Luego de violarlas, las apuñalaba y las dejaba abandonadas.