En un informe que elaboró sobre las condiciones de las trabajadoras del hogar en el país, la institución señaló que uno de los pendientes del gobierno mexicano es la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) para reformar la Ley Federal de Trabajo y la Ley del Seguro Social, que actualmente priva de derechos laborales a las trabajadoras del hogar.
De ratificar este instrumento internacional, el Estado mexicano haría obligatoria la derechohabiencia de las trabajadoras del hogar, establecer una jornada laboral de ocho horas, un contrato entre empleador y empleadora, además de obtener prestaciones como vacaciones, pensión o posibilidades de ahorro.
México firmó el Convenio 189 en 2011, pero desde entonces no lo ha ratificado a pesar de que 13 países de América Latina lo han hecho: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guyana, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Uruguay y Jamaica.
DISCRIMINACIÓN HISTÓRICA
En el documento, Conapred describe que las trabajadoras del hogar han sido históricamente objeto de una discriminación estructural por no considerarse una ocupación “real”, sino parte de las actividades que “deben realizar las mujeres”, convirtiéndose en un empleoinvisible y estigmatizado, aunque cerca de 2.6 millones de mujeres se dedicaban al trabajo del hogar, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en un reporte del 2016.
El trabajo del hogar también es una opción para las mexicanas debido a la falta de oportunidades laborales a las que tienen acceso, indica Conapred. En 2014 la instancia realizó una encuesta a las trabajadoras del hogar, un 81 por ciento describió que se empleó en este sector por razones de necesidad económica y pobreza, otros factores mencionados fueron la marginación o poco desarrollo educativo.
En suma, un tercio de las trabajadoras dijo que comenzó a trabajar cuando era menor de edad, de hecho, una de cada cinco lo hizo entre los 10 y 15 años, resaltó la institución.
Sin embargo, incluso dentro del trabajo del hogar remunerado las mujeres tienen peores condiciones labores en comparación con sus pares varones. Por ejemplo, el Consejo revela que en 2016 mientras dos de cada 10 hombres en esta ocupación tenían seguridad social, la proporción de mujeres trabajadoras del hogar sin derechohabiencia era del 98 por ciento.
Conapred añade que las desventajas laborales para las empleadas del hogar también son distintas respecto a las personas que realizan tareas similares en otros espacios. Con datos de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STyPS) muestra que solo 10 por ciento de las personas que realizan tareas de limpieza en establecimientos comerciales ganan menos de un salario mínimo, en comparación con las mujeres que se emplean en hogares, la cifra incrementa a 36 por ciento.
DISCRIMINACIÓN SOCIAL
Conapred argumentó que la misma sociedad civil continúa los prejuicios que legitiman las condiciones de desigualdad para las trabajadoras del hogar. A través de una encuesta telefónica que realizó en 2014, una de cada 20 personas estuvo de acuerdo en que las trabajadoras del hogar no tengan vacaciones pagadas o un contrato escrito.
En tanto, la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis) de 2010, destalla que un cuarto de población nacional justifica dar de comer a las trabajadoras del hogar, sobrantes de alimentos.
A pesar de esta violencia que enfrentan las trabajadoras del hogar, en siete años (2011 a septiembre de 2017) el Conapred únicamente calificó 25 expedientes como presuntos actos de discriminación hacia personas trabajadoras del hogar; 23 quejas corresponden a particulares y dos en contra servidores públicos, reporta en el documento.
Sobre estos casos, las denunciantes refirieron que fueron discriminadas por su condición social y económica, la institución asevera que “la mayoría llegó a un acuerdo entre las partes, se pidieron disculpas públicas y se impartieron cursos de igualdad y no discriminación”.
Para hacer frente a esta discriminación e injusticias laborales, Conapred recuerda que en 2016 se conformó el primer gremio de trabajadoras del hogar en el país conocido como el Sindicado Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar (Sinactraho).
Encabezado por mujeres, este sector busca reivindicar sus derechos por medio un contrato colectivo que crearon para tener certeza sobre obligaciones y responsabilidades laborales, tanto de las empleadas del hogar como de quienes las contratan.