La ONG que vela por la libertad de prensa en el mundo publicó este jueves las conclusiones de un reporte titulado “Acoso en línea de periodistas: cuando los trolls lanzan el asalto” en el que documentó durante seis meses decenas de casos de ciberacoso a informadores en 32 países.
Según el reporte de RSF el ciberacoso es “efectuado de forma masiva por ejércitos de trolls; puede tratarse de individuos aislados o de mercenarios a sueldo de Estados autoritarios”.
“En ambos casos el objetivo es el mismo: hacer callar a los periodistas que difunden contenidos que les molestan y, para ello, están dispuestos a usar violentos métodos” indicó la ONG con sede en París, Francia.
Reporteros Sin Fronteras afirmó que “es difícil mostrar el nexo directo entre los gobiernos de los Estados y las bandas que agreden a los periodistas en línea”.
No obstante, logró investigar y documentar casos de acoso en línea a periodistas en 32 países, que “muestran las campañas de odio orquestadas por regímenes autoritarios o represivos, como los de China, Rusia, India, Turquía, Vietnam, Irán y Argelia, entre otros”, indicó.
De acuerdo con los resultados del reporte, las mujeres periodistas son las más afectadas por el ciberacoso.
Dos tercios de las reporteras entrevistadas reconoció haber sido víctima de hostigamiento y un cuarto de ellas lo sufrió en Internet.
El otro gran sector acosado del mundo de la información son los periodistas de investigación, precisó el informe.
“El acoso en línea es un fenómeno que se propaga a escala mundial y que constituye hoy una de las peores amenazas contra la libertad de prensa” en el mundo”, declaró el secretario general de RSF, Christophe Deloire.
“Encontramos que además de las guerras de la información entre países a escala internacional, hay predadores del periodismo que han creado ejércitos de trolls para perseguir y debilitar a aquellos que buscan dar cuenta de los hechos de manera honesta”, prosiguió Deloire.
“Estos déspotas hacen que sus mercenarios agredan a los periodistas y les disparen en el mundo virtual de la misma manera en que otros lo hacen en las zonas de guerra”, concluyó el informe.