Cerradas las puertas del Palacio Nacional para las víctimas de feminicidio

24 de Agosto de 2020
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México, agosto (SEMlac).- En tanto esperan que las puertas del Palacio Nacional se abran para reunirse, por derecho, con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, solicitud presentada hace seis semanas, Malú García Andrade lucha contra el covid-19 en un hospital capitalino.

Es parte del precio que hemos tenido que pagar por estar en plantón en espera de la respuesta del ejecutivo, solo nuestro derecho a ser escuchadas, sostiene Mar Cruz, activista y defensora de derechos humanos.

Malú García Andrade es parte de la organización civil Nuestras Hijas de Regreso a Casa y beneficiaria del Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores/Defensoras de Derechos Humanos, permaneció en el plantón hasta hace unos días, hoy es atendida en el Hospital de Especialidades Doctor Belisario Domínguez, en la Unidad de Cuidados Intensivos; su estado es grave pero estable.

Mar Cruz explica que en estas seis semanas han estado a pesar de las tempestades que en estos días se desatan desde el cielo, han atestiguado otras protestas y exigencias de familias de personas desaparecidas, personas desplazadas…algunas de ellas desalojadas por policías capitalinos en los últimos días, porque quieren "limpiar el zócalo" para que esté listo para las fiestas patrias a pesar de la pandemia, dice en entrevista para SEMlac.

Estamos preocupadas por nuestra compañera y por nosotras mismas porque hemos estado juntas, en unos días más nos haremos la prueba, dice con tristeza y mucha impotencia, porque plantea que no debería ser así, que el Presidente debió recibirlas antes.

Dijo que pase lo que pase, seguirán resistiendo en el plantón de familias de Feminicidio, como se los pidió la propia Malú García Andrade, "sin olvidar que también forma parte de nuestra responsabilidad moral y congruencia política continuar hasta que el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador se siente, firme acuerdos y de solución a nuestras demandas por escrito con las familias víctimas de Feminicidio, entre ellas la familia de Malú".

Por amenazas diversas, Malú García Andrade fue desplazada en 2011 desde Ciudad Juárez, donde con su madre Norma Andrade, han luchado por el esclarecimiento y justicia para su hermana e hija, respectivamente, Lilia Alejandra García Andrade, quien desapareció el 14 de febrero de 2001 y cuyo cuerpo fue localizado una semana después con signos de violencia física y sexual.

El pasado 5 de julio, familiares y madres de víctimas del feminicidio se instalaron en un plantón en las cercanías del zócalo capitalino, al día siguiente Leticia Ramírez, de atención Ciudadana de la Presidencia, recibió el pliego petitorio, donde la principal demanda es ser escuchadas por el Presidente mexicano.

En el escrito de tres hojas solicitaban además la declaración de Alerta de Violencia de Género contra las mujeres en todo el país; la ampliación de las Facultades de Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA); la construcción de una base de datos de huérfanos y huérfanas del feminicidio y el pronunciamiento del presidente López Obrador sobre el feminicidio en México.

Han pasado desde entonces 45 días, plantones, desalojos, aguaceros, frío en las madrugadas, condiciones difíciles ante una pandemia y el contagio de Malú García Andrade; aun así, las puertas del Palacio Nacional siguen cerradas para nosotras, concluye Mar Cruz.