La Paz, 14 jun (EFE).- Las alarmas por la violencia contra las mujeres y niños en Bolivia se han vuelto a levantar, pues ni siquiera se ha llegado a medio año y ya hubo al menos 54 feminicidios y 14 infanticidios, con las autoridades enfocadas en la Justicia y organizaciones que piden incidir en la educación y prevención ante la crueldad advertida en estos casos.
El reporte del Ministerio Público desde enero hasta el pasado lunes registró 52 feminicidios, pero el recuento propio de otras organizaciones defensoras de las mujeres habla de 54, mientras que hubo 14 infanticidios.
Un reporte elaborado por el Observatorio para la Exigibilidad de los Derechos de las Mujeres refleja que 26 de las víctimas de la violencia machista tenían entre 19 y 30 años.
El mismo reporte también da cuenta de 62 menores de entre 2 y 17 años y otros 21 jóvenes dependientes de sus madres que quedaron huérfanos como consecuencia de los feminicidios registrados en lo que va de año.
Uno de los casos que más impactó en estos días fue la brutalidad con que actuó Ronald Choque, de 33 años, contra su concubina, una muchacha de 22 que tenía ocho meses de gestación, y la hija de un año de ambos, en una comunidad rural del municipio de Tiquina, a orillas del lago Titicaca compartido por Bolivia y Perú.
El pasado 6 de junio, el sujeto llegó ebrio a casa con intenciones de continuar tomando y arremetió con ira contra la joven por haberle reclamado por haber bebido.
Los puñetes y patadas que Choque propinó a la joven en el vientre le provocaron un aborto y no contento con ello, también golpeó y arrojó contra la pared a la niña de un año, provocándole la muerte.
El hombre fue sentenciado la semana pasada a 30 años de cárcel sin derecho a indulto, la pena máxima en la legislación boliviana, por los delitos de "infanticidio, feminicidio en grado de tentativa, aborto forzado y violencia familiar".
SIN TREGUA
La crueldad con la que actuó Choque contra su pareja e hija ha dejado "sin palabras" a activistas como Eulogia Tapia, del Observatorio para la Exigibilidad de los Derechos de las Mujeres, quien lamentó en declaraciones a Efe que "el tema de la violencia ha ido subiendo cada vez más" en el país.
"Tenemos contabilizados 54 feminicidios, a cuál más crueles", señaló Tapia, quien no halla explicación a situaciones preocupantes como la presentada en Tiquina.
"¿Qué está ocurriendo con la humanidad, por qué hay tanta violencia y por qué no puede contenerse esta violencia?", cuestionó.
Además de las muertes violentas, desde enero hasta la primera quincena de mayo la Fiscalía atendió 16.930 denuncias de distintos tipos de violencia contra mujeres y menores, de las que 13.866 fueron casos de "violencia familiar o doméstica".
Bolivia registró 113 feminicidios en 2020, confirmando el lamentable promedio de 110 casos anuales en los últimos siete años, además de la alerta lanzada por organizaciones feministas de que cada tres días muere una mujer víctima de la violencia machista.
El país tiene en vigor desde 2013 una ley que castiga el feminicidio con treinta años de prisión sin derecho a indulto, aunque las activistas aseguran que no se cumple plenamente por falta de presupuestos y personal adecuado, por lo que el Gobierno busca reformarla.
Una tarea en la que ha estado centrado en los últimos días el Viceministerio de Igualdad de Oportunidades, mientras que una comisión parlamentaria intenta destrabar los centenares de procesos por feminicidios que no avanzan en la Justicia.
EDUCACIÓN Y PREVENCIÓN
La acción desde el ámbito judicial como la reforma a la ley o la aprobación de nuevas normas, deben ser acompañadas con otra medidas para ser más efectivas.
En declaraciones a Efe, la abogada Janeth Rodríguez, asesora legal de la Fundación Munasim Kullakita (Quiérete hermanita, en aimara), consideró que uno de los orígenes de la violencia es "la poca formación" que "repercute en conductas machistas".
"Hasta mayo teníamos una cantidad enorme de feminicidos e infanticidios que han ido aumentado debido a que los cambios no tienen que darse solamente a través de campañas momentáneas", advirtió.
Por ello, una de las propuestas de la fundación es "que se cambie la currícula" escolar o se agregue en alguna de las materias "temas específicos como la trata de personas, la violencia contra las mujeres o el acoso escolar" para que la gente se eduque desde primaria y el cambio sea generacional, explicó Rodríguez.
Para Tapia, es importante trabajar el tema preventivo en los colegios, comunidades urbanas y rurales y espacios laborales, entre otros, una responsabilidad de todos.
Alarmas por la violencia y saña contra mujeres y menores en Bolivia
14
de Junio
de
2021
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