Dijo que la desigualdad es caldo de cultivo ideal para la violencia contra las mujeres, en tanto que la discriminación y la agresión se traducen siempre en menoscabo de los derechos.
Ese fenómeno, comentó, siempre es causa de daño físico, psicológico o económico y las motivaciones de quien la ejerce son el sometimiento y el control, aunque “la otra cara del poder” y las formas de agredirlas pueden ser desde sexual, obstétrica, comunitaria y aun la trata de blancas y el feminicidio.
La docente del Departamento de Derecho destacó la notoria exclusión y dotación simbólica de inferioridad de ellas respecto de los varones, si se considera que sólo uno por ciento de la propiedad mundial pertenece a mujeres.
“No existe país con paridad de salarios, en México ellas obtienen en promedio 70 pesos por cada 100 que ellos ganan por el mismo trabajo”, enfatizó en un comunicado de la UNAM.
En la charla Mujer: discriminación y violencia, Torres Falcón lamentó que el hostigamiento y el acoso en la calle y en el trabajo se consideren problemas cotidianos que están tan arraigados que resultan habituales para ese segmento de la población.
Destacó que en puestos de decisión existen pocas o nulas plazas ocupadas por mujeres, por ejemplo, en el Colegio Nacional hay 104 personas, de quienes 100 son hombres y apenas cuatro mujeres, tres de ellas admitidas en los últimos diez años.
En institutos de investigación de distintas disciplinas se ha logrado la paridad entre los miembros, excepto en las áreas de ingeniería, en tanto que el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), integrado por unos 25 mil científicos, la representación femenina alcanza 36 por ciento.
La especialista puntualizó que el Premio Nobel en cualquiera de sus categorías –Física, Química, Fisiología o Medicina, Economía y de la Paz– ha sido entregado a 19 mujeres, cifra que representan 18 por ciento.
En materia política, en México aún no ha habido una fémina que ocupe el Poder Ejecutivo Federal y únicamente se cuenta una decena de gobernadoras, mientras que de 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación hay dos ministras.
Torres Falcón explicó que los movimientos feministas en el mundo y en México han buscado fortalecer los derechos en favor de la población femenina para disminuir las brechas citadas.
“La violencia, ante todo, nos deja un profundo e intenso dolor”, externó la doctora en Ciencias Sociales, quien convocó a actuar ante el desarrollo y la evolución de este flagelo mediante el trabajo consistente con las víctimas, el desarrollo de campañas de prevención y la creación de políticas públicas contra la discriminación.