El campeón anhela que llegue el viernes y comience la campaña de una nueva edición del Giro, que por primera vez en la historia iniciará en Jerusalén, Israel; y reconoció que aunque los reflectores estén sobre él, está tranquilo y no siente algún cambio en su persona de cara al inicio del certamen.
Dumoulin, con 27 años, considera que está en la plenitud de su carrera profesional y aunque no da pista de la estrategia con la que iniciará, comentó que es bueno para él el hecho de que el terreno sea montañoso.
"No es el fin del mundo si no gano la contrarreloj de apertura, pero sería bueno obtener un buen resultado y con suerte ganarla", mencionó.
La "Mariposa de Maastricht" ya se encuentra en la "ciudad santa", de la cual compartió sus impresiones: "Lo que he visto de Israel es grandioso. Llegué tarde anoche pero no pude resistir el impulso de visitar la ciudad vieja de Jerusalén, así que me dirigí a verla con mi bicicleta".