Nadará los 25 kilómetros que separa las islas Norte y Sur de Nueva Zelanda y comunica el mar de Tasmania con el Pacífico, una hazaña donde las aguas heladas y corrientes se conjugan con la presencia de tiburones y medusas, y pesar de saber lo difícil que pude ser aun así está dispuesta a todo.
“Estoy muy emocionada de que llegó el día para viajar a Nueva Zelanda y buscar el séptimo mar”, dijo en entrevista con Notimex.
Ese séptimo mar significa que va por la consagración tras haber cumplido cada uno de los cruces, a los que los nadadores de aguas abiertas deben cumplir. Los Siete Mares es para los nadadores lo que para los escaladores son las Siete Cumbres.
Este grupo está compuesto por El Canal de la Mancha de 34 km Inglaterra – Francia; el Estrecho de Gibraltar – 15 km España – Marruecos; el Estrecho de Tsugaru – 30 km entre Honshú y Hokkaidó, en Japón.
Así como el Canal de Moloka´i – 42 km Hawái, Estados Unidos; el Canal de Catalina – 34 km costa de California, Estados Unidos; el Canal del Norte – 35 km Irlanda del Norte y Escocia y desde luego el Estrecho de Cook 25 km Nueva Zelanda.
“Todavía no me cae el 20, que es el último del proyecto de los Siete Mares y a unos días de culminar este proyecto de varios años”, afirmó.
Pero para la capitalina, además de buscar graduarse, es pasar a la historia como la primer mexicana en hacerlo, la primera latinoamericana y ser parte del grupo de 12 nadadores que han logrado los Siete Mares, entre ellos el también mexicano Antonio Arguelles.
“Va hacer algo histórico si lo logro”, asentó la también entrenadora y quien fuera pieza clave en la preparación de Arguelles para completar el serial.
Para cruzar el estrecho de Cook no sólo se requiere de ímpetu y determinación, sino una buena preparación de horas en una pileta o lagos, además con días dentro del gimnasio para fortalecer el cuerpo y tener condición de brazada.
“Siento mucho orgullo de representar a México en un reto así. Es un proyecto que me ha llevado mucho tiempo, prácticamente desde mi primer cruce al Canal de la Mancha, ya estaba sumando brazadas para los Siete Mares”, destacó.
El rostro de Nora se muestra amable cuando se refiere al mar con respeto. Dice que para este tipo de retos se debe pedir permiso a la naturaleza, ya que cada cruce tiene su misterio.
“Cada mar ha tenido para mí un significado personal, del momento en que llego en mi vida y de las situaciones que se me han presentado. Y el estrecho de Cook es otro más enigmático porque tiene aguas frías de entre 14 y 16 grados centígrados y clima inestable”, expuso.
Mencionó que hace seis meses estaba en Escocia en el Canal del Norte y eso ha sido también parte de la preparación para esta nueva misión, en donde además pondrá su experiencia para conseguir el cruce con éxito.
Para llegar a esa parte del mundo, la nadadora cumplirá con la primera paso de la hazaña. Sale este viernes de México rumbo a San Francisco, Estados Unidos, luego se traslada a Auckland, Nueva Zelanda, para finalmente llegar a Cook el 24 de este mes.
“Es un viaje largo y pesado. Una vez allá hay que descansar y luego comenzar el proceso de adaptación y en los días de espera entrenar en el estrecho, en el mar, sentir el clima. Y tener todo listo, abastecimiento y demás cosas, porque todo puede ser rápido”, contó.
Nora tiene un periodo en que se pude abrir una ventana para el cruce entre el 27 de marzo al 2 de abril, “en ese tiempo se debe tener un buen clima para salir y estar preparados para el día elegido porque partir puede ser en cualquier momento”.
Apuntó que cuando va a realizar el primer entrenamiento, más que un ritual, se para a la orilla del mar y conversar con él, como para platicar su misión y desde luego suplicarle que la deje entrar en su nido para cumplir con el sueño.
“Tengo la costumbre de charlar en cada mar que llego. De platicarle por qué estoy frente a él y que nos deje pasar con bien, nos dé un buen día, porque al final la última palabra la tiene la naturaleza, porque lo que está de mi parte ya lo hice con una buena preparación”, comentó.
Nora Toledano está a días de hacer historia en la natación de aguas abiertas. De convertirse en la primera mujer mexicana “Siete Mares” y desde luego completar su sueño de toda la vida.