Nuestros héroes no están fatigados, dicen las “torcidas” a “Felipao”

26 de Junio de 2014
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Río de Janeiro, 26 Jun. (Notimex).- Mercedes Alburquerque, la “Rainha do sul”, dueña del bar y restaurante que lleva su apodo afectivo, ubicado sobre la céntrica calle Senador Vergueiro del barrio de Flamengo, abrió un debate del que participan clientes y vecinos, neófitos y presuntos expertos en futbol.

El caso se abrió a propósito de las primeras actuaciones de la selección nacional de Brasil en la Copa del Mundo 2014, en las cuales –creen los opinantes- “no ha habido la suficiente garra, al echarse de menos el heroísmo del pasado”.

“Los veteranos han sido determinantes para ser campeones”, expresa doña Mercedes al hacerse eco en las declaraciones del excapitán de la “canarinha” y ex regidor municipal, Carlos Alberto Torres, quien se mostró extrañado por la falta de experiencia en el equipo que dirige Luiz Felipe Scolari.

Recuerda que, en 1985, Brasil participó en las eliminatorias sudamericanas para poder asistir al Campeonato Mundial de México, enfrentando a Paraguay, cuyo seleccionador, Cayetano Re, dijo ufano: “Ya ganamos. El medio campo brasileño suma más de 90 años en conjunto y no podrá correr atrás de la bola”.

El técnico tuvo que retractarse: los brasileños eliminaron a los guaraníes y, sin remedio, acabaron de aprender a dar más valor a la experiencia: “Zico” (32), Sócrates (31) y “Toninho” Cerezo (30), efectivamente, acumulaban 93 años de edad; pero, como parte de la selección de España 1982, repitieron como titulares en México 1986.

La discusión entre la señora Alburquerque y su clientela no se detuvo ahí, pues ofreció argumentos, dado que, casi niña y después, trató de cerca no solamente a esa tercia de jugadores, sino que –con el mismo promedio de edad, 29 años- rememora al bicampeón de 1962, entre ellos al botafoguense Nilton Santos, de 37, alineado por Aymoré Moreira en su cuarta Copa del Mundo.

“Y qué decir de nuestros venerados Djalma Santos y ‘Didí’, en la edad de Cristo al ser crucificado”, añade contenta la empresaria, cuyos apuntes se remontan a 1958, con una media de 26 años para Gilmar, Bellini, Zito, Garrincha, Vavá, Pelé y Zagallo; y a 1970, con la misma edad promedio en Félix, Piazza, Everaldo, Clodoaldo, Gerson, Rivelino, Jairzinho y Tostao.

El excapitán Carlos Alberto tiene razón si se toma en cuenta que, del cuadro que dirigió Carlos Bledorn “Dunga” en Sudáfrica, “Felipao” esta vez sólo llamó a cinco en su convocatoria: Júlio César, Maicon, Dani Alves, Thiago Silva y Nascimento Ramíres, en sustitución de Luis Fabiano que hizo nueve goles, Lúcio, y Kaká, Ronaldinho, Robinho y Adriano, que siguen en óptimas condiciones.

Los clubes ingleses e italianos especialmente -representantes del más redituable mercado del arte futbolístico actual- evalúan y negocian a jugadores de 30 años por millones de dólares, como ocurrió en el pasado con Dirceu Guimaraes, Zico, Edinho, Sócrates, Paulo Roberto Falcao y Júnior, entre muchos otros.

“Los directivos europeos serán impulsivos, pero no queman su dinero, de modo que el mito de la treintena pertenece al pasado, considerando que es la mejor edad para un futbolista”, destaca Mercedes Alburquerque, contrariando las ideas de Joao Saldanha, seleccionador sustituido por Zagallo en 1970, quien argumentó que Pelé estaba de salida, en proceso de jubilación como otros mundialistas.

Sobre la historia de la “Neymardependencia”, lamenta que, como en el caso del argentino Lionel Messi, hoy no se tenga contemplado un suplente de su nivel para la exestrella del Santos, a no ser que surgiera un milagro como el de Amarildo en 1962, repetición que pudiera darse, por ejemplo, con Bernard Caldeira, de 21 años.

A propósito, preguntan los aficionados brasileños, ¿podrá resolver “Felipao” las situaciones que, en caso de avanzar, se presenten a la seleçao ante equipos tan fuertes como Holanda o Francia? ¿Neymar, Marcelo, Willian, Óscar, Fernandino, Dante, Paulinho, Jo y otros “meninos futebolistas” serán capaces de eliminar las preocupaciones de millones de “torcedores”?

Se habla de los “productos-milagro”, como Silas y Muller que pudieron ser la salvación en México 1986, atacantes que no encajaron en una selección homogénea como la de 1950, excepcional, perdedora por una calamidad histórica, en la cual José Carlos Bauer (24) era el menor, y el portero Moacyr Barbosa (29), el mayor.

“Unos se preocupan por exceso de edad –resalta la veterana Mercedes, 65 años, fanática incorregible del “Fla”, seguidora del balompié nacional desde 1960-; pero otros estamos convencidos de que ese factor es, en definitiva, una ventaja envidiable”.

La respetable concurrencia de la “Rainha do sul” coincide en algo: “Esto no significa que se impida pasar la bola al futuro, aunque no en un periodo con largos trechos de incertidumbre, como ocurrió entre 2012 y 2013”.

“El mito de los 30 es para los derrotistas”, dice por último Eduardo Nazareth “Edinho”, jefe de la “torcida” del Fluminense, exlateral de ese escuadrón carioca y de la selección nacional, amigo de los flamenguistas del barrio, quien, no obstante lo que ha ocurrido, cree que habrá monarca brasileño y porque hay héroes que, como él, aún no están fatigados.

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