El juego online en México: regulación, crecimiento y perfil

24 de Octubre de 2022
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El consumo de juegos de azar de forma online se ha convertido en uno de los modelos de ocio más demandados por la sociedad mexicana.

Perfiles de todas las edades adultas, entre los que predominan los menores de treinta años, han encontrado en el espacio virtual un entorno seguro y amable para buscar juegos de blackjack online y otras modalidades de casino, anteriormente presentes en los establecimientos físicos y que ahora han ganado mucho protagonismo en el ámbito digital.

El desarrollo económico y social del país, la legislación estatal y la buena respuesta del público son factores decisivos que explican la buena salud de esta actividad en México, un país pionero en América para el desarrollo de los juegos de azar y que se ha convertido, hoy en día, en un referente mundial en su aplicación al ámbito online. 

El año 2013 fue clave en el desarrollo del juego online en México. Siguiendo con la línea marcada varios años antes por algunos países en Europa, el Gobierno Federal tomó la decisión de llevar a cabo una regulación de esta actividad, que englobaba todos los aspectos, como las plataformas con capacidad para operar, las posibilidades de los usuarios, la seguridad y todo aquello relacionado con el tema fiscal.

El objetivo fue ordenar una estructura que se había formado por sí sola, fruto de la globalización y la búsqueda de de nuevas formas de ocio, fomentadas por el libre desarrollo de la industria privada, procedente principalmente de Estados Unidos y centro de Europa, que centró muchos esfuerzos en crear potentes plataformas de juego online. 

Así se reformó la antigua Ley Federal de Juegos y Sorteos, promulgada en su versión inicial en 1947, y que consiguió la adaptación de algunos aspectos del formato online a la legislación vigente. Si bien este primer paso no fue el único, y durante los años venideros, tuvieron lugar una serie de reformulaciones y complementos a dicha Ley.

El debate se mantiene activo, en un contexto de amplio crecimiento del sector, por lo que la década actual del 2020 se presenta como clave para consolidar las bases de la regulación.

El público que cada semana se conecta, desde su teléfono móvil, tablet u ordenador, a una plataforma de estas características para jugar a modalidades clásicas como la ruleta, los slots, el bingo o las partidas de Blackjack está aumentando; lo que se traduce en una importancia creciente sobre la sociedad. 

También en la economía

Este auge del juego online se traduce en una mayor influencia sobre la economía. A medida que aumenta el número de ciudadanos que consumen esta actividad, crece también el movimiento de dinero generado.

En 2022, el juego online representa el 0.50 por ciento del PIB de México, un dato que ha ido aumentando durante los últimos años y que podría presentar una cifra superior en un futuro a corto plazo. En términos absolutos, esto significa más de 2.000 millones de pesos anuales.

Una cifra así tiene, evidentemente, un impacto directo en los niveles de empleo, con la creación de 50.000 puestos de trabajo directos, fruto del juego online en el territorio mexicano. 

Las previsiones del sector se han cumplido, pues los datos presentan un crecimiento anual del diez por ciento en una sociedad tan grande, pues tiene una población que se acerca a los 130 millones de habitantes, que difícilmente han encontrado su techo.

Las expectativas es que, o bien a este nivel o a uno más reducido, esta industria siga creciendo y se mantenga como un foco principal de atracción de inversores y multinacionales, que ven en el mercado mexicano un espacio abierto y muy propenso para el desarrollo de un producto de estas características.

La reciente apertura en el país vecino de EEUU o el desarrollo de industrias paralelas como los videojuegos con otros factores que invitan al optimismo. 

Perfil

El consumidor de los juegos online es generalmente hombre, según las encuestas recientes, que apuntan a que en torno al 65 por ciento de los consumidores presentan este género.

Tiende a realizar apuestas deportivas, si bien la diferencia de este segmento con los clásicos juegos de casino se está reduciendo, hasta el punto de que la ruleta y las máquinas tragaperras están ganando protagonismo en los niveles de consumo de estas plataformas. Ocurre lo mismo con el Blackjack, en su particular competición con el Poker.

Los crecientes porcentajes de consumo provoca que todos los segmentos crezcan, lo que garantiza la buena salud de las diferentes modalidades. 

Los datos también indican que la mayoría de los jugadores mexicanos se conectan desde un teléfono móvil. A diferencia con 2010, cuando el Smartphone apenas estaba extendido sobre la sociedad y el ordenador era el medio principal para el consumo online; ahora la situación se ha revertido.

Las mejoras en la tecnología, con el desarrollo de dispositivos portátiles muy potentes, y los avances en las telecomunicaciones han fomentado el acceso desde la pequeña pantalla del teléfono móvil.