México, 24 Dic (Notimex).- Las estadounidenses Dalilah Muhammad, por sus dos récords del orbe, y Allyson Felix, por llegar a 12 medallas de oro, fueron las estrellas prominentes en el Campeonato Mundial de Atletismo Doha 2019.
Como una gacela corrió Dalilah los 400 metros con vallas, y dejó un registro de 52 segundos y 20 centésimas para su primer récord mundial del año, esto el 28 de julio pasado, en las pruebas atléticas de su país, desarrolladas en el Drake Stadium de Des Moines, Iowa.
Ahí pulverizó la marca de 52.34 segundos de la rusa Yuliya Pechonkina, quien lo había impuesto en agosto de 2003. Pero su proeza fue mayor, ya que hacía dos semanas que durante un entrenamiento se había caído y se conmocionó.
Ella pronosticó que ese 52.20 segundos no iba a durar mucho y que sería roto, si no por ella, por otras, en clara alusión a su compatriota y promesa Sydney McLaughlin, quien ocupó la segunda plaza en esa carrera.
La ganadora de la medalla de plata en los mundiales de Moscú 2013 y Londres 2017 y también campeona en los Juegos Olímpicos Río 2016 llegó a Doha para realizar actuaciones muy discretas en las rondas de calificación a la final.
Durante la primera fase eliminatoria realizó el tercer mejor tiempo entre las 36 participantes y en las semifinales fue la segunda más veloz, mientras que en ambas etapas su compatriota Sydney McLaughlin resultó la más rápida y hasta candidata al trono.
Rompe su récord
Ya en la noche catarí del 4 de octubre, Muhammad salió como catapultada en su partida por el carril cinco, con esa portentosa zancada perfecta, rítmica y veloz, y desde antes de la última curva para la recta final ya estaba en primer lugar.
En esa última curva se ancló la octava valla, la cual libró con la presión de su compatriota Sydney, quien la acosó en los dos últimos obstáculos y también sobre la parte final de la distancia, pero que gracias a ese “fuete” rindió más y más hasta cruzar en primer lugar.
Muhammad paró el cronómetro en 52 segundos y 16 centésimas para romper su propio récord mundial, sinónimo de su primera victoria en un Campeonato Mundial, luego de tres intentos, y por ello recibió un cheque por 100 mil dólares, como lo había ofrecido World Athletics a todos aquellos atletas que lograran esa hazaña en Qatar 2019.
Obvio, Sydney quedó segunda y está convertida ya en la sucesora de Dalilah, de 28 años de edad, quien por sus récords mundiales fue elegida la Atleta del Año Femenil 2019 y por ello fue premiada en Mónaco durante la cena de gala del atletismo del orbe.
Feliz, relevo de miedo
Respecto a la historia de Allyson Felix, resulta que la prueba de 4x400 relevo mixto hizo su debut en un Campeonato Mundial y el 28 de septiembre se impuso la posta estadounidense en la ronda eliminatoria con tres minutos, 12 segundos y 42 centésimas, para lograr un récord del mundo.
Los entrenadores del equipo estadounidense cambiaron todo el relevo para la final, la cual se desarrolló al día siguiente, y ahí entró Allyson, en la segunda vuelta al óvalo atlético y prácticamente mantuvo a su cuarteta en primer lugar, porque el relevo de Polonia corrió primero con dos hombres y cerró con las dos mujeres.
A Michael Cherry le tocó la última vuelta, y antes de los 250 metros para la meta rebasó a la polaca Justyna Swiety-Ersetic, quien llegó en quinto puesto, y la posta estadounidense se anotó el triunfo con nueva marca mundial (3:09.34 minutos).
De esta forma, Allyson subió al podio a recibir su medalla de oro número 12, para ser la más premiada en la historia de los campeonatos mundiales de atletismo, al dejar en 11 a la leyenda y hombre más rápido del mundo, el jamaicano Usain Bolt.
Preseas de oro de finos quilates, porque a sus 33 años de edad y luego de convertirse en mamá, necesitó de 10 meses de arduos y extenuantes entrenamientos para estar nuevamente en la cima mundial.
“Volver a casa después de un largo entrenamiento y encontrar a mi hija sonriendo, es lo más maravilloso que puede pasar en el mundo”, dijo esa noche.
Historias del Mundial
Sobre la pista y campo del Khalifa Stadium florecieron historias fantásticas, como la del anfitrión Mutaz Essa Barshim, quien logró su segundo título consecutivo en salto de altura, al librar la vara en dos metros y 37 centímetros.
El atleta de 28 años obtuvo oro en Londres 2017 y bronce en Moscú 2013; en Juegos Olímpicos fue tercero en los de Londres 2012 y plata en Río 2016, en tanto que en Tokio 2020 podría llegar al metal dorado.
También está el estadounidense Sam Kendricks, quien se impuso en el salto con garrocha con cinco metros y 97 centímetros, para subir a lo más alto del podio a recibir su medalla de oro, la segunda consecutiva, porque también triunfó en Londres 2017.
Esta lista incluye a la venezolana Yulimar Rojas, quien prolongó su reinado de Londres 2017 a Doha 2019 en la prueba de salto triple, al lograr una distancia de 15 metros y 37 centímetros, para la segunda medalla de oro consecutiva.
Rojas, quien tiene 24 años de edad y en Río 2016 fue segundo lugar, detrás de la colombiana Caterine Ibargüen, parece que es la dominadora universal, porque en Londres 2017 mandó a la cafetalera al segundo puesto y ahora, en Doha, al tercero.
Respecto a otras pruebas de pista, el estadounidense Christian Coleman triunfó en los 100 metros planos con nueve segundos y 76 centésimas, pero no se puede decir que es el sucesor del retirado Usain Bolt.
Esta final fue un espectáculo que atrajo el mundo y más cuando el triunfo de Coleman fue cuestionado, porque previamente en el año había faltado a tres controles antidopaje, lo cual por reglamento es considerado como positivo.
Un alegato de los abogados del velocista ante la Agencia Estadounidense Antidopaje impidió que fuera suspendido, pues por consiguiente no hubiera participado en Doha, pero su actuar contraviene demasiado a lo realizado por Usain Bolt, quien nunca se perdió un control antidopaje.
En la prueba de los 200 metros, el estadounidense Noah Lyles se convirtió en el velocista más joven en imponerse en la distancia, al parar el cronómetro en 19 segundos y 83 centésimas.
Esta promesa de 22 años quiere adueñarse del podio que dejó vacante Usain Bolt y más cuando el 5 de julio pasado, en Lausana, Suiza, en la octava parada de la Liga Diamante, registró 19.50 segundos, la cuarta mejor marca de todos los tiempos.
Durante esta final, el ecuatoriano Alex Quiñónez ofreció una gran exhibición, pues se apoderó de la medalla de bronce con 19.98 segundos, la primera para Ecuador en pruebas de pista en la historia de los mundiales, con lo que se convirtió en candidato para alcanzar el podio en los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Un Mundial no muy atractivo
Pero todos estos éxitos deportivos resultaron un fracaso en tribuna, ya que los aficionados no fueron tantos como para llenar el Estadio Khalifa, pues la nación no tiene gran historia atlética y, por consiguiente, seguidores.
Dicho escenario contó con la más alta tecnología climática, para ofrecer una temperatura de 25 grados centígrados a los competidores.
Pero quienes participaron en las de por sí extenuantes competencias de 20 y 50 kilómetros de caminata y el maratón, sufrieron temperaturas de hasta 39 grados centígrados y humedad promedio de 75 por ciento, a pesar de iniciar cerca de la medianoche.
Estas pruebas, que fueron en un circuito en calle, arrojaron varios deportistas exhaustos que recibieron atención médica y hasta hubo quienes fueron hospitalizados a causa de la deshidratación.
Pese a todo, el británico Sebastian Coe, presidente de World Athletic, lo calificó de todo un éxito, porque permitió a 43 países ser parte del cuadro de medallas, el mejoramiento de tres récords mundiales, seis de campeonato, 21 de área y 86 nacionales.
Dalilah Muhammad y Allyson Felix, reinas del Mundial de Atletismo
24
de Diciembre
de
2019
Comentarios
Guardar