Guadalajara (México), 11 oct (EFE).- Niñas y adolescentes mexicanas experimentaron este martes la fuerza y la energía del boxeo en una macroclase de esta disciplina para derribar los estereotipos de género y comprobar la fortaleza femenina en el marco del Día Internacional de la Niña que se celebra este día.
Con las manos vendadas, el cabello recogido y con mucha actitud, unas 200 niñas entre 6 y 17 años de escuelas públicas, orfanatos y albergues para migrantes en la ciudad mexicana de Guadalajara, capital del estado de Jalisco (oeste), practicaron este deporte de combate que tradicionalmente ha sido considerado como una disciplina para hombres, por la rudeza y los golpes que despliega.
Valeria Moreno no piensa de esa manera. Con la cara empapada de sudor y una sonrisa de satisfacción, la niña de 11 años contó a EFE que le gustaría aprender boxeo para defenderse y, principalmente, para probarse a sí misma.
“Es aprender a dar lo mejor de ti y pensar que no solo es un deporte en el que solo los niños puedan estar, sino que ellas tienen la fuerza suficiente para practicarlo. Todas las niñas tienen el sueño de hacer deporte y siento que con esta clase entendimos que podemos hacer lo que te propongas”, dijo al término de la clase realizada en el gimnasio del Polideportivo Alcalde de Guadalajara.
El Día Internacional de la Niña fue institucionalizado por la Organización de las Naciones Unidas en 2011 para “reconocer los derechos de las niñas y los desafíos a los que se enfrentan en todo el mundo”.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Guadalajara, autoridades estatales, escuelas y gimnasios privados se unieron en esta iniciativa para mostrar la importancia de que las niñas sean incluidas en cualquier disciplina deportiva
PELEAR COMO NIÑA
Con esta práctica, las niñas se despojaron de sus inseguridades y siguieron a la instructora, quien poco a poco les mostró cómo pararse con fuerza frente a la rival, cómo proteger su cara mientras dan un golpe recto y a esquivar los impactos de su oponente.
Con la mirada fija al frente, las niñas descargaban la fuerza de su cuerpo en cada golpe, como si tuvieran enfrente al más fuerte adversario.
Tras una hora de clase, Yuritzi De la Torre se quitó su sudadera, tomó un poco de bebida hidratante y volvió a tomar su posición frente a la instructora que le enseñaba cómo combinar un golpe recto con un gancho.
Al término de la clase contó a EFE que aprendió que el boxeo no solo es para hombres y que ellas también pueden sacar a flote su fuerza y rudeza.
“Vivimos en un mundo en el que la idea es que los deportes bruscos son para hombres y los más calmados para mujeres y empezar a adquirir estas libertades genera más confianza en las mujeres”, señaló.
La pugilísta Alondra “La Magnífica” García acompañó a las niñas para compartirles su experiencia como campeona mundial de la disciplina. Con sus cinturones al hombro, la boxeadora, quien comenzó a los 15 años, dijo a EFE que dedicarse a esta profesión es un camino largo y difícil por la discriminación y la brecha salarial.
“La propia familia me empezó a discriminar, me decían niño, que ese deporte era para hombres, los amigos pensaban que era machorra (lesbiana). Es algo complicado, pero si te aferras y quieres cumplir tu sueño todo es posible. Siempre les digo a las mujeres que todo lo que se propongan, lo pueden lograr”, expresó.