La empresa encargada de efectuar las pruebas, Eurofins Genomics, abrió este martes sus dos primeras instalaciones en Spielberg (al sur de Austria) del total de 20 previstas, informa la agencia de noticias austríaca APA.
"Todos los que trabajan en el Ring -unas 3.000 personas, dentro de la zona roja- deberán presentar un resultado negativo de COVID-19 que no tenga más de cuatro días de antigüedad para poder acceder a su lugar de trabajo", explicó Sigfried Schnabl, representante regional de Eurofins Genomics.
Debido a la pandemia de la corona, el Campeonato Mundial de Fórmula 1 arranca con cuatro meses de retraso y bajo estrictas normas de higiene y seguridad sanitaria.
"Todos tienen que hacerse una prueba (de COVID-19) cada cinco días", subrayó Schnabl, tras comentar que la capacidad para hacer los análisis irá aumentando a partir de hoy.
Durante las carreras, unas 50 personas especializadas deberán tomar muestras "de forma rutinaria de toda la caravana de Fórmula 1 y de la FIA", agregó.
El concepto logístico prevé que las muestras se transporten dos veces al día desde los terrenos del anillo hasta un laboratorio cerca de Múnich (Alemania), donde se trabaja 24 horas al día, siete días a la semana.
Los resultados estarán disponibles en un plazo de 16 a 24 horas tras la toma de la muestra, cuyo trámite es "absolutamente anónimo".
Si la prueba resultara positiva, sólo la oficina del director de higiene podría averiguar quién es la persona infectada.
Eurofins Genomics, una empresa multinacional especializada en análisis de ADN, ha ganado la licitación de la FIA para las dos carreras en Spielberg y para la siguiente, el 19 de julio, en el Hungaroring, cerca de Budapest. EFE