México, 30 sep (EFE).- El E-Prix de la Fórmula E en México, que este 2023 vivirá su octava edición, es un negocio que genera 100 millones de dólares al huir de la exclusividad y apostar por la sostenibilidad, lo que lo diferencia de su principal competidor, el Gran Premio de México de la Fórmula 1.
El co-fundador y jefe del campeonato, el español Alberto Longo, reveló a Efe que la receta que llevó a la fecha mexicana a aumentar de los cerca de 82 millones de dólares generados en derrama económica en 2020 para Ciudad de México a los 100 en 2022, es un modelo de negocio que no tiene como principal ingreso la venta de boletos o lo que los aficionados consumen en las carreras.
"El modelo de negocio está basado en los patrocinadores, derechos de transmisión y las tarifas que pagan las ciudades por acoger el campeonato (entre los 7 y 25 millones de dólares)", señaló el jefe máximo de la competición reina de monoplazas eléctricos.
La fecha mexicana, que en 2023 inaugurará la novena temporada el 14 de enero, es una de las que más tradición tiene junto a la de Berlín, ya sólo no se celebró en la primera campaña de la Fórmula E.
Incluso en la temporada de la pandemia, en la 2020-2021, la Fórmula E optó por celebrarla en Puebla porque su sede habitual, el Autódromo Hermanos Rodríguez, fue ocupado como hospital para atender casos de la covid-19.
Longo llamó a México la segunda casa de la Fórmula E y explicó que aunque es un E-Prix con características únicas, al salirse de los circuitos urbanos y no recibir financiamiento del gobierno, es siempre garantía de agotar las entradas.
La filosofía de los organizadores es tener boletos accesibles, este año el más barato cuesta 12.50 dólares en una primera fase, que además de dar entrada a la carrera otorga derecho a una serie de actividades durante el día como zona para niños, de 'gaming', la posibilidad de entrar a las zonas más exclusivas como el paddock y un concierto.
"Para el siguiente año ya vendimos 10.000 de los 42.000 boletos presupuestados en menos de las primeras 24 horas. Somos un evento social, abierto a la gente, no entendemos la exclusividad. Todos deberíamos ser capaces de ir a eventos internacionales por lo mismo que pagas por ir al cine. Hacer un modelo de negocio basado en lo que te produzcan los aficionados no me parece correcto", añadió Longo.
El trabajo que se inició con la primera edición del E-Prix mexicano en marzo de 2016 se ha traducido en una base de seguidores que oscilan en su mayoría entre los 17 y 29 años, con presencia femenina.
"El perfil es parecido al que tiene el Gran Premio de México de la Fórmula 1, con la diferencia del rango de edad más joven y la fuerte presencia de mujeres. El mexicano es un público maduro, acostumbrado a eventos de automovilismo", señaló el director regional de la Fórmula E en América Latina, el español Álvaro Buenaventura.
Aparte de la oferta cultural y de 'gaming' que hay en los premios de México, Buenaventura consideró que otro punto que le ha permitido al circuito eléctrico establecerse en el público joven es el mensaje de sostenibilidad.
"Nosotros mostramos al vehículo eléctrico como al que hay que aspirar. También tenemos un departamento de sustentabilidad, con un legado que queremos dejar a las ciudades que competimos, que van en comunicar a la sociedad local cuáles son las prácticas de cómo construir una sociedad más limpia y con menos emisiones de carbono".
Buenaventura aseguró que los retos que cuenta la Fórmula E en México es afianzarse como un evento importante en toda la oferta de entretenimiento que hay en el país, entras las que están festivales de música y otros deportivos como partidos de la NFL, NBA, las Grandes Ligas y por supuesto la Fórmula 1 y convencer al gobierno de volver a financiar parte del evento como en otros países.
El Gobierno dejó de darle dinero a la Fórmula a partir de su tercera edición, en 2018, ahora el E-Prix del país se financia 100 por ciento con dinero privado, lo que pone en riesgo el proyecto a largo plazo ya que año con año deben hacer un contrato para rentar el Autódromo Hermanos Rodríguez.
"Creemos que es necesario que nos apoyen porque es un evento que es positivo para la sociedad, mandamos un mensaje alineados con el gobierno de cero emisiones, electromovilidad. Los países y ciudades pueden usar al E-Prix para que se posicionen en el mundo con mensajes de apoyo a proyectos verdes como éste", sentenció Buenaventura.