El 16 de febrero de 2017 Errani fue sometida a un control antidopaje fuera de competencia, en la casa de su familia, y el examen reveló la sustancia Letrozol, por lo cual el 3 de agosto del mismo año el Tribunal Independiente de la Federación Internacional de Tenis (FIT) anunció la suspensión de dos meses.
El periodo de inelegibilidad para la tenista fue del 3 de agosto al 2 de octubre y se descalificaron sus resultados del 16 de febrero al 7 de junio, todas estas fechas en 2017.
La Agencia Antidopaje de Italia apeló ante el TAS, por una sanción más elevada, de dos a 24 meses, y la subcampeona del torneo Roland Garros en 2012 y exnúmero cinco del mundo interpuso un recurso para que le quitaran dicha sanción.
En un comunicado, el TAS explicó que un panel del organismo escuchó la argumentación de ambas apartes, en noviembre pasado en las oficinas ubicadas en Lausana, Suiza.
La atleta explicó que dicha sustancia llegó a su cuerpo a través de la comida que preparó su mamá para toda la familia, entre el 13 y 14 de febrero de 2017, en virtud que ella (su mamá) está en tratamiento en contra del cáncer de mama.
Dicho panel analizó todas las pruebas y concluyó que Errani incurrió en la desviación personal del deportista de los estándares objetivos y subjetivos de cuidado, y en ello tuvo un grado de falla, "en un rango superior", y por ello la decisión de ampliar la suspensión.